El Senado frena la Ley de Telecomunicaciones ante críticas por posible censura: Sheinbaum pide diálogo
El freno a la ley, que se perfilaba para ser aprobada en “fast track”, evidencia las tensiones entre la celeridad legislativa impulsada por Morena y las demandas de transparencia
CDMX.- La aprobación de la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión fue suspendida este lunes en el Senado mexicano, horas antes de su discusión en el Pleno, tras la intervención de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien solicitó abrir un diálogo con las partes involucradas. La decisión responde a las crecientes críticas que señalan al artículo 109 del proyecto como un riesgo de censura estatal en redes sociales, en un contexto de polarización política y cuestionamientos a la regulación de medios en México.
El senador Adán Augusto López, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y coordinador del proceso de diálogo, anunció que las mesas de trabajo comenzarán de inmediato e incluirán a representantes de concesionarios de medios, así como a los senadores de las comisiones dictaminadoras. El objetivo es revisar el controvertido artículo 109, que ha generado rechazo por su ambigüedad y el temor a que otorgue al gobierno facultades excesivas para regular contenidos en plataformas digitales.
El freno a la ley, que se perfilaba para ser aprobada en “fast track”, evidencia las tensiones entre la celeridad legislativa impulsada por Morena y las demandas de transparencia de sectores de la sociedad civil y la oposición. Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado, reconoció en redes sociales el interés público que ha despertado el proyecto, pero también acusó a la oposición de “tergiversar” el debate con ataques sistemáticos. En tanto, el periodo ordinario de sesiones concluye el 30 de abril, por lo que un periodo extraordinario en mayo se vislumbra como la vía para retomar la discusión tras las modificaciones.
La suspensión de la ley refleja un intento del gobierno de Sheinbaum por contener el desgaste político ante las acusaciones de censura, un tema sensible en un país con antecedentes de restricciones a la libertad de expresión durante el siglo XX. Organizaciones como Artículo 19 han advertido que el artículo 109, aunque presentado como una medida para combatir la desinformación, carece de definiciones claras y podría ser utilizado para limitar voces críticas, especialmente en redes sociales, donde el debate político es intenso.
El diálogo propuesto, aunque necesario, enfrenta el desafío de equilibrar los intereses de los grandes consorcios mediáticos, que dominan el sector de telecomunicaciones en México, con las demandas de usuarios y defensores de derechos digitales. Además, la coordinación de Adán Augusto López, una figura cercana a Sheinbaum y con peso en Morena, sugiere que el gobierno busca mantener el control del proceso, lo que podría limitar la pluralidad de las discusiones.
La pausa en la ley es un reconocimiento tácito de que la falta de consenso puede tener costos políticos significativos. Sin embargo, la efectividad del diálogo dependerá de su apertura y de la capacidad del Senado para responder a las críticas sin ceder a presiones corporativas o partidistas. Por ahora, la discusión queda en suspenso, pero el debate sobre la regulación de las telecomunicaciones en México está lejos de concluir.