El tío Richie se lanza a la defensa de doña Carlota e instruye a su equipo jurídico para respaldar a la "abuela sicaria"
Hoy, mientras su caso avanza en los tribunales, Salinas Pliego no solo la respalda, sino que ha ofrecido su equipo legal para apoyarla, desatando una polémica que divide opiniones.
CDMX.- El magnate mexicano Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas, TV Azteca y Grupo Elektra, ha irrumpido nuevamente en el debate público con una postura contundente. A través de su cuenta de X, el empresario, uno de los hombres más ricos de México, ha convocado a sus seguidores a defender a doña Carlota Alfaro, la mujer de 74 años que el pasado 1 de abril enfrentó un destino trágico en Chalco, Estado de México. Carlota, conocida ahora como la “abuela sicaria”, disparó contra tres personas que presuntamente invadían su propiedad, matando a dos e hiriendo a un menor. Hoy, mientras su caso avanza en los tribunales, Salinas Pliego no solo la respalda, sino que ha ofrecido su equipo legal para apoyarla, desatando una polémica que divide opiniones.
El incidente ocurrió en la unidad habitacional Ex Hacienda de Guadalupe, en La Candelaria Tlapala, un municipio donde los conflictos por despojo de propiedades no son ajenos. Carlota llegó al lugar acompañada de dos personas en un vehículo Ford gris. Armados, exigieron a los ocupantes desalojar la casa que ella reclamaba como suya, tras haber presentado días antes una denuncia formal por despojo ante las autoridades. La discusión escaló rápidamente y terminó en disparos, con un saldo de dos muertos y un herido. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México detuvo a Carlota, y este 9 de abril se llevó a cabo su audiencia en el penal de Chalco, la cual fue suspendida y reprogramada para hoy, 10 de abril.
Salinas Pliego, fiel a su estilo provocador, compartió un video del enfrentamiento en X y escribió: “POR SUPUESTO TIENE RAZÓN LA SRA CARLOTA !!!! ALV CON LOS RATEROS DE MIERD* Y EL ‘ESTADO’, O SEA GOBIERNICOLAS INEPTOS --- JUSTICIA EXPEDITA ES LO QUE SE NECESITA ! ¿QUIÉN ESTÁ CONMIGO?”. Más adelante, cuestionó si debería prestarle su equipo de abogados, argumentando que “hacer lo necesario para defender tus bienes no debería ser delito”. Su intervención ha avivado un debate que trasciende el caso: ¿fue legítima defensa o un acto desmedido de violencia?
El contexto no es menor. En México, el despojo inmobiliario es un problema crónico, especialmente en zonas como el Estado de México, donde la burocracia y la corrupción a menudo dejan a propietarios legítimos desprotegidos. Carlota, según su familia, había denunciado previamente la invasión sin recibir respuesta efectiva. Arturo Santana Alfaro, identificado como su hijo, declaró que “los verdaderos delincuentes están libres”, señalando una frustración compartida por muchos ciudadanos ante un sistema judicial lento y, en ocasiones, complaciente con los infractores. Sin embargo, la crudeza de los hechos –dos muertes a sangre fría– plantea preguntas éticas y legales ineludibles: ¿hasta dónde llega el derecho a defender lo propio?
Voy a pedirle a mi equipo legal que se ponga en contacto con la señora para ayudarla, hay que establecer un precedente: en este México corrupto en el que vivimos, DEBEMOS y TENEMOS EL DERECHO de defender nuestra propiedad y a nuestras familias, porque los delincuentes que nos gobiernan NO HACEN SU TRABAJO, no garantizan nuestra seguridad y los derechos humanos solo sirve para proteger a los criminales.
Si están de acuerdo y quieren unirse a la defensa del derecho a protegernos y proteger nuestra propiedad, son bienvenidos al lado del bien.
La postura de Salinas Pliego no sorprende a quienes siguen su trayectoria. El empresario, cuya fortuna ronda los 4,700 millones de dólares según Forbes, ha construido una imagen pública como crítico feroz del Estado y defensor del libre mercado. Su respaldo a Carlota se alinea con su discurso de autosuficiencia y rechazo a lo que él llama “gobiernícolas ineptos”. Pero no está exento de críticas. Algunos usuarios en X le han recordado sus propias batallas legales, como la deuda fiscal de más de 33 mil millones de pesos que Grupo Elektra enfrenta con el SAT, o las recientes quejas contra Totalplay por cambios en sus tarifas. “¿Y tú cuándo pagas lo que debes?”, le espetó un internauta, evidenciando la polarización que genera.
El caso de Carlota también refleja una sociedad hastiada. Las protestas afuera del penal de Chalco, donde decenas exigieron justicia para ella, muestran un apoyo popular que ve en su acción un grito contra la impunidad. Otros, sin embargo, advierten del riesgo de glorificar la violencia como solución. “No podemos aplaudir que se tome la justicia por mano propia; eso nos lleva al caos”, comentó un usuario en redes. La línea entre víctima y victimario se difumina, y el desenlace judicial será clave para sentar un precedente.
Mientras tanto, la oferta de Salinas Pliego agrega un giro intrigante. ¿Es un gesto genuino o una jugada mediática para reforzar su imagen de “justiciero”? Su historial sugiere que no teme usar su influencia para desafiar al establishment, pero también que sabe capitalizar la atención pública. Por ahora, doña Carlota espera resolución en un sistema que, irónicamente, Salinas critica. El 10 de abril podría marcar un antes y un después, no solo para ella, sino para el debate sobre la propiedad, la justicia y el poder en México.