Escándalo en el IMSS: ¿"Fauna carismática" o discriminación institucional?
Marcela Velázquez Bolio, coordinadora de Derechos Humanos del IMSS, es señalada por usar términos como "macro fauna carismática" para referirse a personas con discapacidad en un audio filtrado
CDMX.- En medio de un torbellino de críticas en redes sociales, Marcela Velázquez Bolio, coordinadora de Derechos Humanos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), emitió un comunicado el 9 de septiembre de 2025 para defenderse de un audio filtrado que la coloca en el ojo del huracán. El material, grabado durante una reunión interna el 25 de junio con tres jefaturas de división, incluye frases que han sido interpretadas como discriminatorias hacia personas con discapacidad y la comunidad LGBT+. Publicado en la cuenta oficial de X del IMSS (@Tu_IMSS) el 10 de septiembre, el documento busca aclarar el contexto, pero deja interrogantes sobre la sensibilidad en una institución clave para la salud pública en México.
El IMSS, fundado en 1943 y responsable de la atención médica de más de 60 millones de derechohabientes, ha enfrentado críticas recurrentes por deficiencias en inclusión y equidad. En 2022, bajo la administración de Zoé Robledo, se creó la Unidad de Derechos Humanos precisamente para garantizar un trato digno a grupos vulnerables, incluyendo niños con cáncer, pacientes pediátricos oncológicos y la población LGBT+. Sin embargo, el audio revela expresiones como "macro fauna carismática" al referirse a niños y niñas con discapacidad, un término que Velázquez Bolio asegura no es una analogía despectiva, sino una cita de un uso común en ecología para describir especies protegidas. "Aunque estaba citando a alguien más, la expresión 'Macro fauna carismática' es lamentable y no debe usarse como analogía para referirse a ninguna persona", admite en el texto, atribuyendo el escándalo a fragmentos editados fuera de contexto.
Analíticamente, el comunicado es un ejercicio de control de daños: reconoce el error en el lenguaje, pero lo minimiza como un "desliz" en un entorno profesional, enfatizando logros como reuniones semanales con padres de pacientes oncológicos y acuerdos con comités como el de Prevención de la Violencia Laboral. No obstante, evade una disculpa directa y profunda, optando por reafirmar el compromiso institucional. Esto choca con la realidad: en México, donde la discriminación por discapacidad afecta a unos 7.1 millones de personas según el INEGI (2020), y con avances como la reforma al artículo 4 constitucional para inclusión LGBT+ en 2011, frases como estas perpetúan estigmas desde el poder. Las reacciones en X son feroces; usuarios exigen su renuncia, comparándola con casos como el de Lorenzo Córdova en el INE, donde expresiones similares desataron linchamientos mediáticos. "¿A qué hora la haces renunciar @zoerobledo?", pregunta un tuitero, reflejando el descontento general.
En un gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum, que promete equidad social, este incidente pone a prueba la tolerancia cero a la discriminación. Si el IMSS no actúa con consecuencias reales, el comunicado podría verse no como aclaración, sino como cortina de humo. La bola está en la cancha de la institución: ¿reforzará su unidad de derechos o la debilitará con impunidad?