EU manda el destructor USS Gravely hacia el Golfo de México y el Caribe para Combatir la Migración Ilegal y el Terrorismo Marítimo
El USS Gravely, que regresó a Norfolk, Virginia, el 14 de julio de 2024 tras una misión de nueve meses en el Mar Rojo enfrentando ataques hutíes, ahora se dirige hacia una nueva zona de operaciones.
Yorktown, Virginia.- El destructor de misiles guiados USS Gravely (DDG 107), de la clase Arleigh Burke, zarpó hoy desde la Estación Naval de Armas Yorktown, Virginia, bajo el Comando Norte de Estados Unidos (USNORTHCOM), con la misión de reforzar la seguridad en la frontera sur del país. Según reportes oficiales, el despliegue busca combatir la migración ilegal por mar y lo que las autoridades han denominado "terrorismo marítimo". Este movimiento marca una escalada en el uso de activos militares para abordar amenazas marítimas en el Golfo de México y el Caribe.
El USS Gravely, que regresó a Norfolk, Virginia, el 14 de julio de 2024 tras una misión de nueve meses en el Mar Rojo enfrentando ataques hutíes, ahora se dirige hacia una nueva zona de operaciones.
El término "terrorismo marítimo" utilizado por el USNORTHCOM podría referirse a preocupaciones sobre el tráfico de drogas, armas o personas vinculadas a grupos considerados amenazas por EE.UU., incluyendo cárteles o individuos en listas de vigilancia terrorista.
La migración ilegal por mar, por su parte, abarca rutas conocidas desde Centroamérica, Cuba y Haití hacia las costas estadounidenses, un fenómeno que ha persistido durante décadas. El despliegue de un destructor de alta capacidad como el USS Gravely sugiere una respuesta robusta, probablemente en apoyo a la Guardia Costera, que históricamente ha liderado estas operaciones.
A las 8:40 PM EST de hoy, menos de 24 horas después de su partida, el buque aún estaría en tránsito. Con una velocidad promedio de patrullaje de 15 a 20 nudos (27-37 km/h), habría recorrido entre 360 y 480 millas náuticas (667-889 km) desde Yorktown, colocándolo en el Atlántico frente a la costa sureste de EE.UU., posiblemente cerca de Carolina del Norte o del Sur.
El despliegue del USS Gravely refleja una creciente preocupación del gobierno estadounidense por las amenazas marítimas en su frontera sur. Reportes previos, como los de The New York Times en 2023 y 2024, han señalado la presencia de migrantes en listas de terrorismo intentando cruzar hacia EE.UU., aunque en números reducidos (121 casos entre 2023 y octubre de 2024). Esto, combinado con el tráfico de drogas y la migración masiva desde el Caribe, podría justificar el uso de un buque militar avanzado en lugar de depender únicamente de la Guardia Costera, como ocurrió con el Cutter Reliance en una patrulla reciente de 60 días reportada por seapowermagazine.org.
La elección del USS Gravely, equipado con sistemas de defensa aérea, sensores avanzados y capacidad para operar helicópteros, indica una misión de vigilancia intensiva y respuesta rápida. Su historial en el Mar Rojo, donde neutralizó misiles y drones, demuestra su versatilidad, ahora aplicada a un contexto doméstico.
Dado su objetivo de patrullar la frontera sur, el USS Gravely probablemente seguirá una trayectoria hacia el Golfo de México, la región más lógica para abordar la migración y el tráfico ilícito desde México y Centroamérica. Desde su posición estimada actual en el Atlántico, podría continuar hacia el sur, bordeando la costa este de EE.UU., pasando por Georgia y Florida, para luego ingresar al Golfo a través del Estrecho de Florida. Una ruta alternativa lo llevaría al Caribe, cerca de Cuba o las Bahamas, si la misión incluye interceptar flujos migratorios desde esa región.
En los próximos días, es probable que el buque se posicione en aguas del Golfo cercanas a Luisiana, Texas o la península de Yucatán (México), dependiendo de las prioridades operativas del USNORTHCOM. Si la misión se extiende al Caribe, podría acercarse a la costa norte de Cuba, un punto caliente para la migración marítima.
El despliegue del USS Gravely subraya un enfoque militarizado hacia la seguridad fronteriza marítima, una estrategia poco común pero que responde a amenazas específicas identificadas por las autoridades. Mientras el buque avanza hacia su destino, su presencia podría disuadir actividades ilícitas, aunque también plantea preguntas sobre el equilibrio entre recursos militares y civiles en la gestión de la frontera sur. Las próximas semanas revelarán el alcance y los resultados de esta operación.