EU quiere gravar las remesas con 5%
En 2024, México recibió 63,000 millones de dólares en remesas, el 10% del total global, según el Banco de México
Washington.— Este martes, congresistas republicanos, liderados por Jason Smith, presentarán en el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes un proyecto de ley fiscal que impone un impuesto del 5% a remesas enviadas por “inmigrantes ilegales”. Las remesadoras deberán retener y transferir esta cuota al Departamento del Tesoro, salvo que el remitente acredite ser ciudadano o nacional estadounidense con un número de Seguro Social. El proyecto también busca restringir créditos fiscales y beneficios de salud (como Obamacare y Medicare) para indocumentados.
La iniciativa, apodada “Único, Grande y Hermoso Proyecto de Ley”, pretende hacer permanentes los recortes fiscales de 2017 impulsados por Donald Trump y eliminar exenciones fiscales asociadas a la administración Biden. Además, aumenta impuestos a donaciones a universidades consideradas “de élite y progresistas” y sugiere someter a las mayores a tasas corporativas, argumentando que operan como empresas. Los promotores estiman un alza del PIB de 3.3-3.8% a corto plazo y 2.6-3.2% a largo plazo, junto con la creación de 6 millones de empleos, aunque estas proyecciones carecen de respaldo independiente verificado.
En 2024, México recibió 63,000 millones de dólares en remesas, el 10% del total global, según el Banco de México, representando el 3.4% del PIB y el 44.4% de las divisas del país. Las remesas son vitales para estados como Michoacán y Oaxaca. El proyecto podría afectar a millones de familias, dado que el 60% de los 11 millones de indocumentados en EE.UU. son de origen latino, según el Pew Research Center (2023). La carga administrativa para remesadoras y la viabilidad de verificar estatus migratorio plantean desafíos prácticos.
La retórica del proyecto, que apunta a “inmigrantes ilegales” y “universidades progresistas”, refleja una agenda política polarizada, alineada con narrativas antiinmigrantes y críticas a instituciones académicas. La falta de claridad sobre la implementación del impuesto a remesas y la ausencia de estudios económicos independientes debilitan las proyecciones de impacto. Además, gravar remesas podría reducir el flujo de divisas a países como México, afectando economías locales sin garantizar los beneficios económicos prometidos en EE.UU.