¡Explota Brigitte Macron!: «Si esas perras sucias están aquí, las echamos a patadas»
La primera dama francesa fue grabada el 7 de diciembre en París insultando a activistas de #NousToutes que habían interrumpido un espectáculo del humorista Ary Abittan, acusado de violación en 2021
París.- En un episodio que ha encendido las redes y los titulares franceses, la primera dama Brigitte Macron fue captada en video el 7 de diciembre de 2025, en los backstage de un espectáculo del humorista Ary Abittan en París, tildando de “sales connes” –’perras sucias’ o ‘estúpidas zorras’ en una traducción cruda– a un grupo de militantes feministas del colectivo #NousToutes. Estas activistas habían interrumpido la función la noche anterior, el 6 de diciembre, en protesta por el regreso a los escenarios de Abittan, quien en 2021 enfrentó una acusación de violación que terminó en un non-lieu (sobreseimiento) en 2023 por falta de pruebas suficientes. Brigitte, visiblemente molesta y acompañada de su séquito, exclamó: “Si esas perras sucias están aquí, las echaremos”, según el clip que se viralizó rápidamente, mostrando un lado impulsivo y poco diplomático de la esposa del presidente Emmanuel Macron.
El incidente no surge de la nada: Abittan, estrella de cine y comedia, ha sido un imán para el debate sobre justicia y cancelación cultural en Francia, donde el #MeToo sigue polarizando. Las feministas argumentan que su absolución no borra el trauma de la denunciante, Hasmah, quien apeló el fallo, y ven en su vuelta un retroceso para las víctimas. El equipo de Brigitte minimizó el desliz como una “crítica a métodos radicales”, no al feminismo en sí, pero el video –difundido por error por una agencia de comunicación– ha desatado burlas y apoyo en X, donde usuarios conservadores la aplauden como “la única con agallas en la pareja Macron”. Críticamente, este lapsus revela las grietas en la imagen progresista de los Macron: ¿defensa de un amigo o un resbalón que aliena a un movimiento clave en la agenda de igualdad de género?
La polémica trasciende lo personal y toca fibras políticas en un 2025 preelectoral, donde la ultraderecha de Marine Le Pen acecha. Mientras #NousToutes exige disculpas, el escándalo reaviva discusiones sobre el rol de la primera dama –¿debería ser intocable o rendir cuentas?– y expone cómo un comentario visceral puede erosionar la credibilidad de un gobierno que se vende como feminista. En última instancia, Brigitte no es la villana ni la heroína; es un recordatorio de que, en la era de los videos virales, hasta la consorte presidencial tropieza con sus propias palabras.



