Fraude al descubierto en el ISSSTE: Contrato inflado que dejó Hospitales en el abandono
El Órgano Interno de Control del ISSSTE anuló un contrato de limpieza con Ocram Seyer por irregularidades, incluyendo la participación de una representante legal sin autoridad
CDMX.- En un nuevo golpe a la credibilidad del sector salud público en México, el Órgano Interno de Control del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) ha revocado un contrato millonario por servicios de limpieza, destapando un rosario de irregularidades que huele a corrupción deliberada. La empresa Ocram Seyer, adjudicada inicialmente con la licitación LA-51-GYN-051GYN005-N-33-2025, firmó el acuerdo mediante una representante legal, Sofía Maldonado Hernández, cuya autoridad había sido revocada desde el 10 de junio de 2024, según el Registro Público de Comercio de la Ciudad de México. Esto no solo invalida el proceso, sino que apunta a acciones fraudulentas que beneficiaron a una oferta 24% más cara y con menor puntuación técnica que sus competidores, como Wilk y Armot.
El contrato fue anulado en julio de 2024, reasignándose a Armot, que no solo presentó una propuesta más eficiente, sino que ahora ofrece empleo y apoyo legal a los trabajadores afectados para demandar a Ocram Seyer por incumplimientos. Desde el 11 de agosto de 2024, estos empleados –encargados de la higiene en unidades médicas, laboratorios y quirófanos– han denunciado falta de pagos salariales y prestaciones, dejando hospitales en condiciones "deplorables", según testimonios de personal médico. Este escándalo se inscribe en un patrón preocupante: el ISSSTE, responsable de la atención a millones de servidores públicos, ha enfrentado críticas recurrentes por opacidad en licitaciones durante la administración actual, donde el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional ubica a México en el lugar 126 de 180 países, con el sector salud como uno de los más vulnerables.
Más allá del caso aislado, este incidente subraya la urgencia de reformas en los procesos de contratación pública para evitar que el favoritismo prime sobre la eficiencia, perjudicando a pacientes y trabajadores en un sistema ya saturado. Mientras el gobierno promete "transformación", hechos como estos cuestionan si el cambio es real o solo retórica.