¡Fuera, Lenia! La protesta en Tabasco que expone el rechazo a una ministra polémica
El incidente en Tabasco no es un hecho aislado, sino un síntoma de un debate mucho más profundo sobre el rumbo de la justicia en México
Villahermosa, Tabasco.- Una escena cargada de tensión se vivió en Tabasco, cuando decenas de personas recibieron a la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Lenia Batres Guadarrama, con gritos de "¡Fuera, fuera!" y carteles que no dejaban lugar a dudas sobre su descontento: "Lenia, ponte a trabajar y estudiar". La protesta, capturada en un video compartido en X , refleja el creciente malestar de un sector de la ciudadanía hacia la figura de Batres, quien desde su llegada a la Corte en diciembre de 2023 ha sido un foco de controversia en el panorama político mexicano.
El rechazo no es aislado ni espontáneo. Lenia Batres, designada directamente por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador tras un fallido proceso en el Senado, ha sido señalada por su cercanía con el proyecto de la Cuarta Transformación y su militancia en el partido Morena, fundado por el propio López Obrador. Su hermano, Martí Batres, actual jefe de Gobierno de la Ciudad de México, también ha avivado las críticas de nepotismo y falta de independencia judicial, aunque no exista un vínculo directo que lo sustente legalmente. Sin embargo, lo que más parece haber encendido los ánimos en Tabasco es la percepción de que Batres no ha estado a la altura de su cargo en la Corte, un sentimiento que se suma a las tensiones nacionales por las reformas judiciales impulsadas por Morena en los últimos años.
El contexto de esta protesta no puede entenderse sin mirar el panorama más amplio. Desde 2024, López Obrador y su partido han promovido una transformación radical del Poder Judicial, incluyendo la controversial elección de jueces y magistrados por voto popular, una medida que ha sido duramente criticada por expertos y organismos internacionales. Según un artículo de The Washington Post del 9 de septiembre de 2024, estas reformas, conocidas como el "Plan C" de López Obrador, buscan someter al Poder Judicial —el último contrapeso real al Ejecutivo— a los intereses de la mayoría legislativa de Morena, lo que muchos consideran un golpe a la democracia mexicana. En este escenario, Lenia Batres se ha convertido en un símbolo de esa "morenización" de la justicia, una narrativa que sus detractores refuerzan con su abierta lealtad al proyecto político del expresidente.
Sin embargo, las percepciones sobre Batres están lejos de ser unánimes. Mientras los manifestantes en Tabasco la acusaban de ineficiencia, un usuario de X, @arcaval, respondió al video de la protesta asegurando que lo que se escuchaba claramente era el grito de "Ministra del Pueblo", un apodo que Batres ha intentado reivindicar para sí misma, aunque sin éxito legal. El Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) rechazó su solicitud para registrar la marca "Ministra del Pueblo", argumentando que podría inducir a error al público. Además, el INE y el Tribunal Electoral le impidieron usar ese sobrenombre en las boletas de la elección judicial, lo que evidencia su esfuerzo por construir una imagen popular que no termina de cuajar.
La protesta en Tabasco también pone en tela de juicio la magnitud del rechazo. Mientras unos hablan de "decenas de personas", otros usuarios en X como, @ElVigilanteCor, minimizó el incidente, afirmando que solo se trató de "10 trabajadores frustrados del Poder Judicial de la Federación (PJF)" que intentaron hacer ruido. Este contraste refleja la polarización que atraviesa al país: mientras algunos ven en Batres una figura que encarna la lucha contra la corrupción judicial y la austeridad republicana, otros la consideran un peón político que amenaza la independencia del Poder Judicial.
Lo cierto es que el incidente en Tabasco no es un hecho aislado, sino un síntoma de un debate mucho más profundo sobre el rumbo de la justicia en México. La llegada de Batres a la Corte fue celebrada por algunos como el inicio de una reforma judicial necesaria para combatir la impunidad y la corrupción, pero también ha sido criticada por quienes ven en su designación un intento de politizar un poder que debería ser autónomo. Mientras tanto, la ciudadanía sigue dividida, y las calles de Tabasco se convirtieron en un reflejo de esa fractura. ¿Podrá Lenia Batres ganarse la legitimidad que su cargo exige, o seguirá siendo vista como una pieza más en el tablero político de Morena? Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, los gritos de "¡Fuera!" resuenan como un eco que no parece desvanecerse.