Fumar acelera la calvicie y las canas prematuras, según estudios científicos
Los fumadores tienen hasta 2,5 veces más riesgo de canas antes de los 30 años y mayor probabilidad de alopecia por daño oxidativo y vasoconstricción en los folículos pilosos
EU.- Imagina mirarte al espejo y ver mechones grises antes de los 30, o peor, notar que tu melena se adelgaza como por arte de magia. No es genética sola, ni estrés cotidiano: el culpable podría ser ese cigarro que enciendes “para relajarte”. Un artículo de Business Insider, firmado por Rachel Sachs, destapa cómo fumar no solo arruina tus pulmones, sino que ataca directo al cuero cabelludo, provocando caída y canas prematuras. Y no es sensacionalismo: los datos lo respaldan con crudeza.
El tabaco estrecha los vasos sanguíneos, cortando el flujo de oxígeno y nutrientes a los folículos pilosos, según un revisión sistemática de 2021 en Skin Appendage Disorders. Esto genera estrés oxidativo —un desequilibrio de radicales libres que inflama y mata células capilares—, acortando el ciclo de crecimiento del cabello. En hombres, eleva la dihidrotestosterona (DHT), hormona que encoge folículos y acelera la alopecia androgénica. Para mujeres, desequilibra estrógenos, alterando patrones hormonales. El resultado: un pelo más fino, más débil y, sí, más gris.
Lo más alarmante viene de un estudio de 2013 en el Indian Dermatology Online Journal: el 50% de los fumadores desarrolla canas antes de los 30, y son 2,5 veces más propensos que los no fumadores, ¡incluso si solo prenden un cigarro al año! No es casualidad que, en un mundo post-pandemia donde la salud capilar se ha vuelto obsesión millennial —con mercados de suplementos biotinados explotando—, este hábito siga matando en silencio. Fumar causa 8 millones de muertes anuales globales y ahora sabemos que tu imagen personal paga el precio.
¿El antídoto? Dejarlo, claro. Aunque la ciencia aún duda si la caída se revierte del todo, el beneficio en densidad y color es evidente en exfumadores. Si Sachs nos alerta hoy, es porque el tabaco no discrimina: te envejece por fuera mientras te devora por dentro. Hora de apagar la excusa.



