¡Grito en la cancha presidencial: "Medicamentos, no balones", el reclamo que desnuda a Sheinbaum
Durante la presentación de los balones oficiales del Mundial 2026 en Palacio Nacional, una periodista gritó a la presidenta Claudia Sheinbaum: "¡Mejor aviénteme medicamentos!"
CDMX.- En el corazón del Palacio Nacional, donde las mañaneras de Claudia Sheinbaum prometen continuidad al “transformismo” de López Obrador, un balón del Mundial 2026 se convirtió en símbolo de lo que duele de verdad. Era la conferencia matutina del 18 de noviembre, con el salón rebosante de banderas tricolores, un zapato gigante de exhibición y decenas de pelotas oficiales listas para ser lanzadas al público. El pretexto: avanzar en los preparativos del torneo que México coorganizará con Estados Unidos y Canadá en 2026, un evento que el gobierno pinta como motor económico y de orgullo nacional, con inversiones estimadas en miles de millones de dólares según la FIFA.
Pero el entusiasmo se tropezó con la realidad cruda. Al arrojar uno de esos balones relucientes hacia la prensa, una reportera –identificada en redes como parte del gremio local– no pidió autógrafos ni selfies. Gritó, con voz que cortó el aire: “¡Mejor aviénteme medicamentos, presidenta!”. El salón enmudeció por un segundo; Sheinbaum, con su habitual compostura, siguió adelante, pero el video ya viralizaba en X y TikTok, sumando cientos de miles de vistas en horas.
No es un exabrupto aislado. México arrastra una crisis en el abasto de medicinas desde 2019, cuando la centralización de compras en la Secretaría de Salud –bautizada “paquete contra la corrupción” por AMLO– derivó en desabastos crónicos en el IMSS y el ISSSTE. Datos de la CNDH y organizaciones como México Evalúa cifran en más de 20 millones los pacientes afectados en 2024, con faltantes de hasta 40% en insumos oncológicos y crónicos. Sheinbaum, ingeniera ambiental de formación y exjefa de Gobierno de CDMX, heredó esta herencia morenista y prometió “solución integral” en campaña; sin embargo, reportes de Proceso y El Universal de este año señalan que los problemas persisten, agravados por litigios con farmacéuticas y opacidad en licitaciones.
Este episodio no solo eclipsa la euforia futbolera –donde México espera recibir 13 partidos, incluyendo la inauguración en el Azteca–, sino que expone la fractura entre la narrativa oficial de “bienestar” y el pulso callejero. En un país donde el 46% de la población vive en pobreza (Coneval, 2024), regalar balones evoca más al pan y circo romano que políticas tangibles. Sheinbaum, con apenas un año en el cargo, enfrenta su primer tropiezo simbólico: ¿priorizará la salud pública o el espectáculo global? La reportera, anónima pero valiente, ya lo dejó claro. El balón rodó; la pregunta, no.



