¿Hemos entrado en el Antropoceno?: Científicos debaten el inicio de una era marcada por el impacto humano en el planeta
La Unión Internacional de Ciencias Geológicas aún no ratifica esta nueva época geológica
EU.- Un grupo de científicos ha puesto sobre la mesa una advertencia inquietante, según ellos, la humanidad ya ha dado inicio al Antropoceno, una era geológica marcada por el impacto devastador de nuestras actividades sobre el planeta. La afirmación, respaldada por estudios que analizan sedimentos en lugares como el lago Crawford en Canadá —donde se han hallado microplásticos y rastros de actividad nuclear— y un cráter en China, sugiere que la acumulación de gases de efecto invernadero, la deforestación y el consumo excesivo de recursos están empujando a los ecosistemas al borde del colapso. Según la UNESCO, este término refleja las repercusiones irreversibles de nuestras acciones en el clima y la biodiversidad.
Sin embargo, no todos están convencidos. En marzo de 2024, la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS) rechazó formalmente la ratificación del Antropoceno como época geológica, con una votación de 12 contra 4, argumentando que no hay consenso suficiente para delimitarlo con precisión en el registro geológico. Expertos como el historiador John McNeill, en su libro Something New Under the Sun (2000), han destacado cómo el impacto humano se intensificó en el siglo XX, pero otros señalan que fenómenos como la extinción masiva de grandes vertebrados o el inicio de la agricultura, mucho más antiguos, podrían desafiar el punto de partida propuesto.
El debate no es menor. Si aceptamos el Antropoceno, nos enfrentamos a un llamado urgente a la acción: reducir emisiones, proteger la biodiversidad y repensar nuestro modelo de desarrollo. Pero si se trata solo de un constructo cultural, corremos el riesgo de distraernos de soluciones prácticas. Los datos son claros: la concentración de CO2 en la atmósfera superó las 420 partes por millón en 2023, según la NOAA, y la pérdida de especies avanza a un ritmo alarmante. La pregunta clave sigue en el aire: ¿estamos ante un nuevo capítulo de la Tierra o ante un espejo que nos obliga a mirarnos de frente? El futuro, como siempre, depende de lo que hagamos hoy.