¡Hollywood en llamas: Paramount destapa el 'juego amañado' de Warner Bros. para coronar a Netflix
En una carta enviada este martes a David Zaslav, Paramount Global denuncia un proceso de venta “injusto y sesgado” que beneficiaría a Netflix mediante tratos preferenciales y conflictos de interés
EU.- En un golpe de teatro que sacude los pasillos de Los Ángeles, Paramount Global, bajo el mando de David Ellison, ha lanzado una dura acusación contra Warner Bros. Discovery (WBD). En una carta explosiva enviada al CEO David Zaslav, la compañía califica el proceso de venta del imperio Warner como “injusto y sesgado”, alegando que la directiva de WBD ha allanado el camino a Netflix con tratos preferenciales y conflictos de interés gerenciales. Según reportes, la misiva, firmada por abogados de Quinn Emanuel, cita filtraciones periodísticas que pintan a la gerencia de WBD entusiasmada con un “slam dunk” junto a Netflix, mientras menosprecia la oferta de Paramount. No es un capricho: la segunda ronda de pujas cerró el 1 de diciembre, con apuestas revisadas de jugadores pesados como Comcast y el propio Netflix.
El contexto es un frenesí de consolidación en la industria del entretenimiento, donde WBD busca maximizar valor para accionistas antes de fin de año tras su turbulenta fusión de 2022. Paramount, fresca de su merger con Skydance Media por 8.000 millones de dólares en agosto, aspira a una compra total que incluya canales como CNN y TNT, elevando su prima de ruptura a 5.000 millones para sortear reguladores. Netflix, por su parte, codicia solo el estudio y HBO Max, mientras Comcast propone un canje accionario con NBCUniversal que mantendría a Zaslav en el tablero. Pero Paramount no solo grita foul; advierte que un pacto con Netflix chocaría contra muros antimonopolio del DOJ bajo Trump y la UE, que endurece su escrutinio a megadeals –un combo que podría tardar años en aprobarse, si es que lo hace.
¿Esta Ellison ante un rival más astuto, o un denuncia legítima contra el club de viejos amigos en Hollywood? Sea como sea, esta riña expone las grietas de un sector donde el streaming devora todo, y los reguladores acechan. Si WBD ignora las quejas, podría enfrentar demandas que retrasen la subasta; si cede, arriesga demandas de accionistas por favoritismos. En esta partida de alto riesgo, el perdedor no solo pierde el estudio, sino el futuro del cine.



