IFT multa a Telcel con 1,782.6 millones de pesos por prácticas monopólicas; Slim anuncia apelación
¿Multa histórica o simple advertencia? El desafío de regular a Telcel en un mercado dominado por Slim
CDMX.- El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) impuso una multa de 1,782.6 millones de pesos a Telcel, la empresa de Carlos Slim, por presuntas prácticas monopólicas en el mercado de distribución y comercialización de tarjetas SIM. Esta sanción, anunciada el 17 de junio de 2025, no solo pone en el centro del debate la influencia desmedida de Slim en el sector telecomunicaciones de México, sino también la capacidad real del IFT para hacer cumplir las regulaciones en un mercado donde Telcel y Telmex han mantenido un dominio casi incontrastable.
Carlos Slim, cuya fortuna se ha construido en gran medida sobre el control de América Móvil y sus subsidiarias, ha sido objeto de escrutinio por parte de organismos internacionales como la OCDE, que han señalado en repetidas ocasiones las barreras a la competencia en México. La multa del IFT, aunque significativa en términos monetarios, plantea preguntas sobre su efectividad. Telcel ya ha calificado la resolución como "arbitraria" y ha anunciado su intención de apelar, lo que sugiere que la batalla legal podría diluirse en los tribunales, un escenario familiar en un país donde el poder económico y político a menudo se entrelazan.
El contexto es crucial, las empresas de Slim controlan más del 50% de las líneas móviles y una porción significativa de los ingresos del sector, según datos del propio IFT. Esta concentración de poder no solo limita las opciones de los consumidores, sino que también afecta la innovación y los precios, como han documentado estudios académicos y reportes periodísticos. La multa, por lo tanto, no es solo un castigo financiero, sino un test para la autoridad regulatoria en un sector vital para el desarrollo económico y social de México.
Sin embargo, la historia reciente muestra que estas sanciones no siempre tienen un impacto duradero. Ejemplos anteriores, como la multa de 90 millones de pesos impuesta a Telcel en 2024 por prácticas similares, sugieren que el verdadero desafío no está en imponer multas, sino en cambiar las dinámicas de mercado. Mientras tanto, la sociedad mexicana sigue esperando que el IFT no sea solo un árbitro con silbato, sino un agente de transformación en un juego donde los jugadores más grandes parecen tener las reglas a su favor.