¡Oso intruso arma el picnic bajo la casa: Bienvenido al barrio, Sr. Peludo!
El animal se refugió en el espacio rastrero de una vivienda en Altadena (Los Ángeles) huyendo de los incendios de enero
California.- Imagina despertarte con un vecino que ronca como un tractor y devora tu maíz derramado sin pedir permiso. Eso le pasó a Ken Johnson, un jubilado de 63 años en Altadena, California, quien el 25 de noviembre descubrió vía cámara de seguridad que un oso negro de 550 libras se había mudado al espacio rastrero bajo su casa. No era un gato callejero cualquiera: este “huésped” llevaba días holgazaneando, gracias a los incendios forestales de enero que arrasaron las montañas San Gabriel y mandaron a los osos a buscar refugio en suburbios humanos. Johnson, con el humor de quien ha visto de todo, bromeó que su nuevo roommate era “demasiado grande para el sofá”, pero la realidad pica: estos avistamientos se han triplicado en la zona desde los fuegos, según reportes de vida silvestre.
Para sacarlo, Johnson ideó un plan maestro digno de comedia: dejar rollos dulces como cebo. ¡Genial, hasta que llegó el plot twist! Un segundo oso apareció en escena, gruñendo como si reclamara territorio VIP, frustrando la operación y convirtiendo el rescate en un episodio de reality show ursino. Las autoridades de California Fish and Wildlife intervinieron con calma –nada de balas, solo monitoreo–, recordándonos que estos osos no son villanos, sino refugiados climáticos forzados a urbanizarse por sequías y llamas que quemaron 20 mil acres en enero. Al final, el oso principal se largó solo, dejando a Johnson con una lección jocosa: en California, hasta los osos saben que el Airbnb es caro.
Esto no es solo anécdota; es un guiño analítico a cómo el cambio climático nos obliga a convivir con la fauna desplazada. ¿Solución? Más corredores ecológicos y menos urbanización salvaje, antes de que tu sótano se convierta en un Airbnb para grizzlies. Johnson, por su parte, ya planea un candado “oso-proof” –o tal vez, ¿una invitación formal la próxima vez?



