Indignación nacional: Preparan protestas en 12 estados por el macabro hallazgo del campo de exterminio de Jalisco
Aunque los organizadores no han precisado las entidades participantes, se especula que incluirán a Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Sinaloa y Veracruz
Jalisco.- Colectivos preparan movilizaciones en 12 estados del país para manifestar su indignación por los hechos ocurridos en el campo de exterminio del CJNG en Teuchitlán, Jalisco. Aunque los organizadores no han precisado las entidades participantes, se especula que incluirán a Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Sinaloa y Veracruz, regiones marcadas por el dominio del narcotráfico y las desapariciones. Las manifestaciones estarían programadas para este próximo fin de semana.
El escalofriante descubrimiento en el rancho Izaguirre, en la comunidad de La Estanzuela, Teuchitlán, ha desatado una ola de indignación que promete sacudir a México. Autoridades federales y locales encontraron en este predio de 5,000 metros cuadrados evidencia de las operaciones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG): un área de entrenamiento táctico, prendas de vestir abandonadas, mochilas, zapatos y, lo más perturbador, restos humanos en crematorios improvisados. Lo que comenzó como un operativo rutinario se ha convertido en un símbolo de la violencia desenfrenada que azota al país, y ahora, colectivos y ciudadanos de 12 estados preparan protestas para exigir justicia.
El "narcorrancho", como lo han bautizado las autoridades, era aparentemente un centro de reclutamiento y exterminio. Jóvenes atraídos con falsas promesas de empleo habrían sido entrenados y, en muchos casos, asesinados en el lugar. Las imágenes publicadas en redes muestran un escenario desolador: ropa esparcida entre la maleza y un silencio que oculta historias de horror. Este hallazgo se suma a la larga lista de fosas y centros clandestinos descubiertos en Jalisco, pero su escala y la evidencia de un operativo sofisticado han golpeado especialmente duro a una sociedad agotada por la impunidad.
Una respuesta nacional
La noticia ha corrido como pólvora, y la reacción no se ha hecho esperar. Colectivos de búsqueda de desaparecidos, junto con ciudadanos hartos de la violencia, han anunciado movilizaciones en 12 estados para este fin de semana. Aunque los organizadores no han precisado las entidades participantes, se especula que incluirán a Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Sinaloa y Veracruz, regiones marcadas por el dominio del narcotráfico y las desapariciones. "No podemos seguir viviendo entre fosas y promesas vacías", declaró una vocera de un colectivo en Guadalajara, quien prefirió mantenerse anónima por seguridad.
El eco de estas protestas recuerda las marchas masivas de 2024 contra la reforma judicial, cuando miles paralizaron ciudades como Monterrey y la CDMX, o las movilizaciones de 2022 por la reforma electoral. Sin embargo, esta vez el motor es más visceral: el dolor de más de 100,000 familias que buscan a sus desaparecidos y la furia ante un gobierno que parece incapaz de frenar la barbarie.
La política entra en escena
El caso ya escaló al ámbito nacional. La presidenta Claudia Sheinbaum, apenas cinco meses en el cargo, ordenó este martes a la Fiscalía General de la República (FGR) atraer la investigación, un movimiento que algunos ven como un intento de contener el escándalo y otros como una señal de desconfianza en las autoridades locales. "Es un tema que nos duele a todos, y no descansaremos hasta esclarecerlo", afirmó en su conferencia matutina.
En Jalisco, el ex gobernador Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, se limitó a decir que "responderá cualquier duda" sobre el caso, según un comunicado de su partido. Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar. Opositores lo acusan de haber perdido el control del estado ante el CJNG, mientras sus detractores en el gobierno federal señalan que la crisis de seguridad es un problema heredado que trasciende fronteras estatales.
Un país al límite
El "narcorrancho" de Teuchitlán no es un caso aislado. Es un recordatorio brutal de la guerra silenciosa que se libra en México, donde los cárteles no solo trafican drogas, sino que controlan territorios enteros y borran vidas a su antojo. La indignación que hoy se organiza en 12 estados podría ser el preludio de un movimiento más amplio, uno que obligue a las autoridades a mirar de frente una realidad que han evadido demasiado tiempo.
Mientras el sol se pone sobre el rancho Izaguirre, las preguntas persisten: ¿Cuántos más han desaparecido en sitios como este? ¿Cuánto más soportará un país que entierra a sus hijos en fosas clandestinas? Este fin de semana, las calles de México darán su respuesta.