Inteligencia artificial diseña proteínas para neutralizar veneno de serpiente
Estudio de la Universidad de Washington usa deep learning para crear antivenenos contra toxinas letales, con resultados prometedores en pruebas iniciales
Washington.- La inteligencia artificial (IA) podría estar a punto de cambiar el juego en el tratamiento de mordeduras de serpiente, según un reciente avance publicado en Nature. Investigadores, liderados por la Dra. Susana Vázquez Torres de la Universidad de Washington, han utilizado el método computacional de deep learning, específicamente RoseTTAFold, para diseñar proteínas capaces de neutralizar toxinas de serpientes de la familia Elapidae, conocidas por sus letales neurotoxinas de "tres dedos". Estas moléculas, responsables de parálisis y daños tisulares, causan más de 100,000 muertes anuales, especialmente en regiones como el África subsahariana, Asia y América Latina, donde las mordeduras son una enfermedad tropical desatendida.
El estudio, que empleó genes sintéticos expresados en bacterias, mostró resultados prometedores, las proteínas diseñadas bloquearon eficazmente las toxinas en pruebas in vitro y protegieron a ratones de efectos letales. Esto abre la puerta a antivenenos más accesibles y seguros, frente a los actuales, elaborados a partir de plasma de animales inmunizados, un proceso costoso y con riesgos como reacciones adversas.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. Los antivenenos tradicionales, aunque imperfectos, han sido un pilar desde 1895, cuando Albert Calmette desarrolló el primero contra el veneno de cobra. La nueva propuesta, aunque innovadora, enfrenta desafíos logísticos, la producción a gran escala y la distribución en zonas remotas aún son un interrogante. Además, la dependencia de la IA plantea dudas sobre la replicabilidad y los costos a largo plazo, especialmente en países con sistemas de salud frágiles.
Este avance, respaldado por datos preliminares sólidos, sugiere un futuro esperanzador, pero también exige cautela. ¿Será la IA la solución definitiva o un paso más en una carrera que requiere inversión y voluntad política? Por ahora, el potencial está claro, pero la realidad aún está por morder.