La carrera espacial 2.0: ¿Exploración o ego geopolítico?
Estos logros prometen avances científicos, como el estudio de recursos lunares que podrían sustentar futuras colonias.
EU.- En 2025, la carrera espacial ha resurgido con furia, pero no es la de los años 60. SpaceX, China y la India compiten por hitos lunares y marcianos, mientras el presupuesto global para exploración espacial alcanzó los 120 mil millones de dólares en 2024, según la OECD. ¿Es esto un salto para la humanidad o una pulseada de poder? Un análisis crítico pone los pies en la Tierra.
SpaceX lanzó con éxito su misión lunar tripulada Artemis III en abril de 2025, según NASA, marcando el regreso humano a la Luna tras 50 años. China, por su parte, avanza con su base lunar Tiangong-3, planeada para 2030, y la India celebró el aterrizaje de Chandrayaan-4 en el polo sur lunar, según ISRO. Estos logros prometen avances científicos, como el estudio de recursos lunares que podrían sustentar futuras colonias. La NASA estima que el hielo lunar podría producir 100 mil toneladas de agua al año, clave para misiones de larga duración.
Pero el trasfondo es menos poético. La militarización del espacio es una sombra creciente. Un informe del Instituto de Estudios Estratégicos revela que EE.UU. y China han desplegado 200 satélites con capacidades de vigilancia avanzada en 2024. Rusia, aunque rezagada, reactivó su programa anti-satélites, según TASS. La competencia por recursos lunares, como el helio-3, aviva tensiones, China y EE.UU. ya disputan zonas ricas en este material, que podría revolucionar la energía de fusión.
El impacto económico también divide opiniones. Mientras SpaceX genera 12 mil empleos directos (datos de la compañía), los críticos señalan que los 24 mil millones de dólares del presupuesto de NASA podrían aliviar la pobreza de 10 millones de personas, según el Banco Mundial. En países en desarrollo, como India, el gasto espacial (1.8 mil millones en 2024) genera debate cuando el 20% de la población vive bajo el umbral de pobreza.
La nueva carrera espacial inspira, pero su costo y motivaciones despiertan escepticismo. ¿Buscamos conocimiento o dominación? Sin cooperación global, el cielo podría convertirse en otro campo de batalla.