La Casa del Silencio: ¿Un refugio irregular para Noroña en tierra comunera?
Acusan al senador de adquirir una casa en zona ecológica protegida, cuestionando su legalidad y financiamiento
Morelos.- En medio de un escándalo que pone en jaque su imagen de luchador social austero, el senador Gerardo Fernández Noroña enfrenta acusaciones por la adquisición de una propiedad valuada en 12 millones de pesos en Tepoztlán, Morelos, un Pueblo Mágico con una larga historia de defensa de tierras comunales contra especuladores. Lo que Noroña describe como una "casita rústica" pagada a crédito se ha convertido en símbolo de contradicciones, al ubicarse en un predio presuntamente irregular dentro de una zona ecológica protegida por decretos presidenciales desde 1929.
El conflicto estalló cuando Félix Cuevas Medina, presidente de Bienes Comunales de Tepoztlán, declaró en una entrevista que no existe registro alguno de la propiedad a nombre de Noroña, calificándola como "irregular" y ubicada en el paraje Mozoquila, parte del Parque Nacional del Tepozteco y el Corredor Biológico Chichinautzin. Asesores jurídicos como Carlos Rojas Almazán han enfatizado que, en tierras comunales amparadas por la resolución presidencial de 1929, es imposible obtener créditos hipotecarios o escrituras privadas, ya que no pueden usarse como garantía bancaria. Esto cuestiona cómo Noroña, con un salario público de alrededor de 130 mil pesos mensuales como senador, financió la compra sin irregularidades.
Noroña, figura clave de Morena, defiende que la casa fue construida hace 16 años por una dueña anterior y cuenta con escrituras válidas, acusando al alcalde local, David Demesa Barragán, de orquestar protestas para golpear políticamente. En redes, ha invitado a investigaciones exhaustivas, insistiendo en que todo proviene de sus ingresos legítimos y negando vínculos con el narco o corrupción. Sin embargo, manifestantes tepoztecos han protestado frente a la propiedad, exigiendo su restitución al pueblo y recordando batallas pasadas contra megaproyectos que amenazaron su patrimonio ecológico y cultural.
Analíticamente, este caso expone fisuras en el discurso de la 4T contra el lujo y la corrupción: ¿cómo un político de izquierda adquiere un bien en una zona sensible sin alertar sospechas? Expertos estiman que el valor real podría superar los 25 millones, y un juicio de restitución pende como espada de Damocles. Mientras Noroña culpa a "maniobras opositoras", la realidad comunal de Tepoztlán –con su decreto histórico– sugiere que el silencio de su casa podría romperse pronto en tribunales.