La CNTE anuncia paro nacional indefinido para el 15 de mayo; tensiones con el gobierno de Sheinbaum y el SNTE
CDMX.- La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha convocado a un paro nacional indefinido a partir del 15 de mayo de 2025, con un plantón en el Zócalo de la Ciudad de México, como medida de presión para exigir la atención a sus demandas laborales y educativas. El anuncio, realizado en una conferencia de prensa virtual por Yenni Aracely Pérez, secretaria general de la Sección 22 de Oaxaca, refleja un nuevo capítulo en la histórica confrontación entre el magisterio disidente y el gobierno federal, ahora encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Contexto: demandas históricas y desencuentros recientes
La CNTE, que agrupa a docentes de varias secciones del país, ha mantenido una postura crítica hacia las políticas educativas y laborales desde hace décadas. Entre sus demandas recurrentes están la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, la mejora en las condiciones de jubilación, el acceso a vivienda digna y la revisión de la carrera magisterial. Estas exigencias han sido motivo de movilizaciones previas, como el paro de 72 horas y el plantón en el Zócalo en marzo de 2025, que culminaron con el retiro de una iniciativa de reforma al ISSSTE propuesta por Sheinbaum, tras considerarla lesiva para los trabajadores.
Sin embargo, la CNTE sostiene que el gobierno no ha dado respuestas integrales a su pliego de demandas. La decisión de iniciar un paro indefinido surge tras una asamblea nacional representativa, donde se acordó intensificar las acciones ante lo que consideran una estrategia dilatoria del Ejecutivo. En este contexto, la negativa de la Sección 22 a asistir a una reunión programada con la presidenta el 8 de mayo evidencia una creciente desconfianza hacia los canales de diálogo establecidos.
El rechazo al diálogo y las acusaciones contra el SNTE
Yenni Aracely Pérez descartó la participación en el encuentro con Sheinbaum, argumentando que las decisiones de la CNTE se toman en asamblea y no en reuniones unilaterales. Esta postura contrasta con los esfuerzos previos de la presidenta por tender puentes con el magisterio. En marzo, Sheinbaum se reunió tanto con la CNTE como con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ofreciendo propuestas similares sobre pensiones, vivienda y carrera magisterial. No obstante, la Coordinadora ha calificado estas mesas de trabajo como insuficientes y carentes de resultados concretos, acusando al gobierno de mantener una narrativa de apertura que no se traduce en hechos.
Un punto de fricción adicional es la relación entre la CNTE, el SNTE y el partido Morena. Pérez deslindó a la Coordinadora de cualquier afiliación política con Morena, señalando directamente al líder del SNTE, Alfonso Cepeda, y al senador morenista del mismo nombre, a quienes acusó de promover afiliaciones partidistas con el respaldo del gobierno federal. Estas declaraciones refuerzan la percepción de la CNTE de que el SNTE, tradicionalmente alineado con el poder, busca debilitar su movimiento disidente mediante maniobras políticas.
Implicaciones políticas y sociales
El anuncio del paro y el plantón en el Zócalo, un espacio simbólico de la lucha social en México, ocurre en un momento delicado para el gobierno de Sheinbaum. Con una aprobación popular del 82% según encuestas recientes, la presidenta ha logrado consolidar su imagen frente a retos externos, como las negociaciones comerciales con Estados Unidos. Sin embargo, en el ámbito interno, enfrenta resistencias no solo de sectores sociales como la CNTE, sino también dentro de su propio partido, donde líderes de Morena en el Congreso han mostrado agendas propias que no siempre coinciden con las de la mandataria.
La CNTE, por su parte, busca capitalizar su capacidad de movilización para presionar al gobierno en un año clave, previo a las elecciones intermedias de 2026. La marcha programada desde el Ángel de la Independencia al Zócalo el 15 de mayo no solo será una demostración de fuerza, sino también un mensaje de autonomía frente a las estructuras del SNTE y Morena. Sin embargo, el paro indefinido podría generar tensiones en el sistema educativo, afectando a estudiantes y padres de familia, lo que plantea un desafío para la CNTE en términos de legitimidad pública.
Análisis crítico: ¿diálogo roto o estrategia de presión?
La decisión de la CNTE de optar por la confrontación en lugar del diálogo sugiere una estrategia calculada para forzar al gobierno a ceder en demandas estructurales. Aunque Sheinbaum ha mostrado disposición a negociar, como lo demuestra el retiro de la reforma al ISSSTE y las reuniones con ambos sindicatos, la Coordinadora percibe estas acciones como paliativos que no resuelven problemas de fondo, como las afectaciones a la seguridad social derivadas de políticas previas.
Por otro lado, las acusaciones contra el SNTE y Morena reflejan una lucha de poder dentro del magisterio. Mientras el SNTE mantiene una relación más pragmática con el gobierno, la CNTE apuesta por la radicalidad para preservar su identidad disidente. Esta dinámica podría complicar los esfuerzos de Sheinbaum por unificar al sector educativo, especialmente si el paro logra paralizar escuelas en estados clave como Oaxaca, Chiapas o Guerrero.
Conclusión
El paro nacional anunciado por la CNTE para el 15 de mayo marca un punto de inflexión en su relación con el gobierno de Claudia Sheinbaum. Más allá de las demandas específicas, la movilización pone a prueba la capacidad de la presidenta para manejar conflictos sociales sin recurrir a la represión ni ceder completamente ante las presiones. Para la CNTE, el desafío será mantener la cohesión interna y el respaldo social en una acción que, si bien busca visibilizar sus luchas, podría polarizar opiniones en un contexto de alta popularidad presidencial. Lo que ocurra en las próximas semanas, especialmente tras el plantón en el Zócalo, definirá el rumbo de esta pugna entre el magisterio disidente y el proyecto de la Cuarta Transformación.