“La desaparición forzada sistemática sí existe en México, lo que dice la ONU sí es verdad", señala madre buscadora de Chiapas
Con la voz quebrada, Pérez denunció que hombres armados, vestidos con uniformes militares y chalecos de la Fiscalía, irrumpieron en su domicilio el 28 de febrero de 2024 y se llevaron a sus dos hijos.
CDMX.- Liliana Pérez, una madre buscadora de Chiapas, rompió el silencio este martes frente al Senado de la República durante una protesta organizada por familiares de personas desaparecidas. Con la voz quebrada, Pérez denunció que hombres armados, vestidos con uniformes militares y chalecos de la Fiscalía, irrumpieron en su domicilio el 28 de febrero de 2024 y se llevaron a sus dos hijos. “La desaparición forzada sí existe, a mis hijos me los robaron de mi domicilio”, afirmó en un video que circula en redes sociales, en un mensaje que resonó entre los presentes y que desafía las narrativas oficiales que minimizan este problema en México: “Lo que dice la ONU sí es verdad”, sentenció la madre buscadora.
“A las cuatro de la mañana interrumpieron mi domicilio este personal del Ejército Mexicano, vestidos de ropa militar, botas, chalecos de fiscalía, cascos y con cámaras grabando. Se llevaron a mis dos hijos, Luis Emanuel Naga Pérez de 19 años, activo en el Ejército Mexicano, Marvin Valentín de 16 años”.
El acto tuvo lugar en el Senado de la República, donde Pérez y otras madres, agrupadas bajo la consigna “Madres en Resistencia”, sostuvieron carteles con los rostros de sus seres queridos desaparecidos y mensajes como “¿Dónde están?” y “Ni una más”.
Las declaraciones de Liliana Pérez refuerzan los hallazgos del Comité contra las Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas (ONU), que en un informe de 2022 señaló la grave crisis de desapariciones forzadas en México, incluyendo la participación o aquiescencia de agentes del Estado. El informe también destacó la alarmante cifra de 52 mil cuerpos sin identificar en fosas clandestinas y la militarización de la seguridad pública como un factor de riesgo para los derechos humanos. Pérez, al hacer referencia al informe de la ONU, afirmó: “Lo que dice la ONU sí es verdad”, subrayando la complicidad estatal que muchas madres buscadoras han denunciado durante años.
Lo que dice la ONU sí es verdad, la desaparición forzada sí existe porque mis hijos me lo robaron de mi domicilio y un menor de edad, son mis únicos dos hijos.No sé por qué dicen que no existe la desaparición forzada en Chiapas, existe, son más de dos mil doscientos veinte casos que están denunciados, aparte sólo por temor las mamás no denuncian, pero hay muchísimos casos, sí es sistemático porque del diario hay desaparecidos.
Esta protesta no es un evento aislado: apenas el pasado 4 de abril, un grupo de madres buscadoras de Chiapas ya había acudido al Senado para manifestarse en contra de una iniciativa presidencial sobre personas desaparecidas, la cual consideran insuficiente para atender sus demandas. En esa ocasión, las madres lamentaron la falta de diálogo con senadores de Morena, a pesar de que la propuesta fue impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Este caso se suma a otros emblemáticos en el país, como el de Liliana Meza en Jalisco, quien tras una ardua batalla legal logró que en abril de 2024 un juez reconociera la desaparición de su hijo, Carlos Maximiliano Romero Meza, como un caso de desaparición forzada con participación de agentes del Estado. Max, de 22 años, fue desaparecido en octubre de 2020 en Zapopan, y Meza descubrió que policías locales estuvieron involucrados, aunque los responsables siguen libres y activos en la corporación.
Las madres buscadoras de Chiapas, apoyadas por organizaciones civiles, han denunciado repetidamente la inacción del Estado. Muchas de ellas se ven obligadas a realizar sus propias búsquedas en basureros, canales, fosas y cerros, armadas únicamente con picos, palas y su determinación. Mientras tanto, el gobierno ofrece soluciones tecnológicas como bases de datos y aplicaciones móviles, que las madres consideran insuficientes frente a la magnitud de su dolor. “Los desaparecidos no son cifras; son vidas, son familia”, expresaron durante su protesta, exigiendo ser escuchadas y que se haga justicia.
La lucha de estas madres, tanto en Chiapas como en otras partes de México, evidencia una crisis sistémica que no da tregua. Protestas similares, como la de los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa en el Senado, también han puesto en el centro del debate la necesidad de desmilitarizar la seguridad pública y garantizar la rendición de cuentas por parte de las instituciones del Estado. Para Liliana Pérez y las demás madres buscadoras, la búsqueda de sus hijos continúa siendo una lucha solitaria, pero su voz se niega a ser silenciada.