La deuda asfixiante de Pemex: ¿El fin de la bonanza petrolera en el sureste?
La paraestatal acumula impagos a proveedores, generando quiebras, despidos y una crisis económica en Tabasco y Campeche
Tabasco.- En un golpe demoledor para las economías locales, Petróleos Mexicanos (Pemex) arrastra a Tabasco y Campeche hacia una crisis profunda por su impago a proveedores, que suma más de 430 mil millones de pesos, según reportes recientes. Esta deuda, acumulada desde hace 15 meses, ha desencadenado un efecto dominó: quiebras de empresas, despido de unos 22 mil trabajadores y una parálisis que amenaza con extenderse al resto del sureste si no se resuelve pronto.
Históricamente, Pemex ha sido el motor de estos estados, pero su endeudamiento crónico —agravado por una producción en declive que ronda los 1.8 millones de barriles diarios, lejos de las metas prometidas por el gobierno anterior— revela fallas estructurales. A pesar de inyecciones millonarias del erario público (más de 1.5 billones de pesos en subsidios durante el sexenio pasado), la paraestatal sigue priorizando megaproyectos como la refinería Dos Bocas sobre obligaciones básicas. Empresarios locales, como los de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios a la Industria Petrolera, advierten de bloqueos y protestas inminentes, lo que podría interrumpir operaciones clave en el Golfo de México.
Este escenario no es aislado: refleja la dependencia excesiva del sureste en el petróleo, vulnerable a la volatilidad global y a decisiones políticas centralizadas. Si Sheinbaum no actúa rápido, el "rescate" de Pemex podría convertirse en su primer gran fracaso, dejando a miles en la incertidumbre económica.