La increíble (y sospechosa) suerte de Frane Selak: ¿mito o realidad?
Su vida fue una montaña rusa de milagros y mala suerte, pero ¿fue todo cierto?
Viral.- Imagina que tu vida es una película de acción, pero en lugar de Bruce Willis, eres un señor croata llamado Frane Selak, nacido en 1929, y tu guión parece escrito por un guionista con demasiada cafeína. Según la leyenda, este hombre no solo sobrevivió a siete accidentes mortales entre 1962 y 1996, sino que también se llevó el premio gordo de la lotería en 2003, a los 74 años. ¿Suena a cuento de hadas? Bueno, digamos que hay más agujeros en esta historia que en un queso suizo.
Empecemos por el principio: en 1962, un tren en el que viajaba se descarrila y cae al río. Mientras 17 personas mueren, Selak sale con "heridas leves". Al año siguiente, en su primer vuelo (y único, por cierto), es expulsado de un avión en pleno aire y aterriza en un pajar. ¿Casualidad? Tal vez. ¿Probabilidad? Menos que ganar la lotería, ironías de la vida. Ah, pero espera, porque en 1966 un autobús en el que iba se zambulle en un río, y él nada hasta la orilla como si fuera Michael Phelps en versión anciana.
La lista continúa: un coche que explota en 1970, aceite hirviendo que le cae encima en 1973 (solo le quema el pelo), atropellado por un autobús en 1995, y en 1996 evita chocar con un camión pero se estrella contra un árbol que, milagrosamente, lo salva. ¿Te estás riendo o llorando? Porque yo no sé si aplaudir su suerte o compadecerlo.
Y entonces, como si el universo dijera "basta ya de tanto drama", en 2003 gana casi un millón de dólares en la lotería. ¿Su primera vez jugando? Según algunas versiones, sí. ¿Después de años intentándolo? Según otras, también. En fin, las inconsistencias en su relato son tantas que uno se pregunta si no estaremos frente a un caso de "embellecimiento creativo" digno de un premio Nobel de la exageración.
Selak murió en 2016, dejando atrás una leyenda que, aunque divertida, no tiene mucho de verificable. ¿Fue el hombre más afortunado del mundo? ¿O simplemente un contador de historias con una vida llena de malas decisiones y buena suerte ocasional? Lo que sí es cierto es que su vida nos recuerda que, a veces, la realidad supera a la ficción... o al menos intenta hacerlo con mucho entusiasmo.