La Judicatura Federal abandona a Jueces en plena crisis electoral: ¿Un golpe a la independencia judicial?
El CJF no financiará el pago a los jueces que renunciaron al proceso electoral, dejando esta responsabilidad en manos de la Federación.
CDMX.- A solo 11 días de las elecciones judiciales en México, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) ha tomado una decisión que ha generado indignación y preocupación, no financiará el pago a los jueces que renunciaron al proceso electoral, dejando esta responsabilidad en manos de la Federación. Esta medida, anunciada abruptamente, no solo pone en jaque la estabilidad del sistema judicial, sino que también agrava las tensiones en un momento crítico para la democracia mexicana.
El contexto es clave para entender la gravedad de esta decisión. La reforma judicial, impulsada recientemente, ha sido objeto de fuertes críticas por parte de organizaciones como la Unión de la Judicatura Federal (JUFED), que argumentan que pone en riesgo la independencia del poder judicial. La renuncia de jueces opositores a esta reforma era un síntoma claro de la polarización interna, y el CJF, en lugar de mediar, ha optado por un camino que podría interpretarse como un abandono de sus responsabilidades, dejando a estos funcionarios sin el apoyo financiero prometido.
Esta decisión no ocurre en el vacío. El clima político en México está marcado por episodios de violencia, como el reciente ataque armado a la casa de campaña de Xóchitl Tress, candidata en Veracruz, que ocurrió casi simultáneamente. Este incidente, sumado a la decisión del CJF, sugiere que las elecciones judiciales se están desarrollando en un entorno de inestabilidad y tensión, lo que podría comprometer no solo la integridad del proceso, sino también la confianza pública en las instituciones.
La pregunta que surge es inevitable: ¿estamos frente a un mero ajuste financiero o a un movimiento estratégico que busca desincentivar la oposición a la reforma? Sea cual sea la intención, el mensaje es claro, el poder judicial está en una encrucijada, y las decisiones tomadas en estos días críticos podrían definir su futuro y, con él, el de la democracia mexicana.