La Marina de EE. UU. a las puertas de México: masivo despliegue naval frente a San Diego despierta sospechas
Recientemente, el "Zar de la Frontera" Tom Homan anunció planes para realizar ataques aéreos y operaciones de fuerzas especiales en México
Baja California.- La presencia naval de Estados Unidos frente a las costas de San Diego, California, documentada el 12 de mayo de 2025, ha generado preocupación debido a su proximidad con aguas mexicanas, específicamente con Baja California. Aunque el Pentágono describe estas operaciones como ejercicios rutinarios, el contexto político y de seguridad regional sugiere que podrían tener un significado más profundo.
Este despliegue coincide con las tensiones crecientes entre Estados Unidos y México, agravadas por la postura del gobierno de Trump de intervenir militarmente contra los carteles mexicanos. Recientemente, el "Zar de la Frontera" Tom Homan anunció planes para realizar ataques aéreos y operaciones de fuerzas especiales en México, una escalada que sigue a la extradición de Ovidio Guzmán López, un alto miembro del Cártel de Sinaloa, a territorio estadounidense. Este evento ha intensificado la injerencia de EE. UU. en asuntos de seguridad interna mexicana.
San Diego, como el mayor puerto y astillero naval de la Flota del Pacífico de EE. UU., siempre ha sido un punto estratégico, pero la temporalidad de estas maniobras, junto con la retórica de la administración Trump, plantea preguntas sobre si se trata solo de ejercicios o de un mensaje dirigido a México. Históricamente, EE. UU. ha evitado intervenciones directas de esta magnitud, lo que hace que esta situación sea particularmente significativa.
El silencio del gobierno mexicano ante estas operaciones navales, combinado con la falta de claridad sobre los verdaderos objetivos de EE. UU., podría interpretarse como una señal de que las relaciones bilaterales están entrando en un terreno desconocido. Si bien no hay evidencia concreta de que estas maniobras sean una preparación para una intervención, el contexto actual sugiere que podrían ser parte de una estrategia más amplia para presionar a México en temas de seguridad transfronteriza, con potenciales ramificaciones para la estabilidad regional y las relaciones internacionales.