¿Las muelas del juicio, la clave oculta de la medicina regenerativa?
Expertos de la UNAM confirman que la pulpa dental sana podría usarse en tratamientos óseos y sistémicos
CDMX.- Lo que durante años hemos visto como un doloroso inconveniente podría estar a punto de transformarse en una esperanza para la medicina del futuro. Las células madre de las muelas del juicio podrían revolucionar la medicina regenerativa, un campo que busca reparar tejidos y órganos dañados mediante la regeneración celular. Pero, ¿hasta dónde llegan estas promesas y qué tan sólidas son?
La idea no es nueva. Expertos, como los de la UNAM, han señalado que la pulpa dental de estas muelas contiene células madre multipotenciales, capaces de convertirse en tejidos óseos u otros tipos celulares, según información publicada en UNAM Global. Esto abre la puerta a tratamientos no solo odontológicos, sino también a enfermedades complejas como Parkinson o ciertos cánceres, siempre que la muela esté sana al momento de su extracción. El proceso implica recolectar la pulpa en un plazo de 12 a 24 horas, replicar las células y aplicarlas en forma de gel con miles de unidades activas directamente en el área afectada.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. La viabilidad de este enfoque depende de estudios clínicos rigurosos, que aún están en curso. Aunque sitios como Mayo Clinic confirman que las muelas del juicio —los terceros molares que emergen tardíamente— pueden causar problemas dentales, la transición de un hallazgo prometedor a una terapia accesible enfrenta retos: costos, regulación y la necesidad de bancos de células efectivos. Además, la extracción debe ser impecable para garantizar la calidad de las células, un detalle que no siempre se controla en procedimientos rutinarios.
Este avance, si se consolida, podría cambiar la percepción de las muelas del juicio, de ser un “dolor de cabeza” a un recurso valioso. Pero mientras los científicos avanzan, la cautela es clave: las expectativas deben ir de la mano con evidencia sólida. ¿Estaremos ante un giro revolucionario o solo ante otra promesa científica por verificar? El tiempo, y los datos, lo dirán.