LGB International declara "independencia" de activistas trans y no binarios, generando debate en el movimiento por los derechos LGBTIQ+
El grupo LGB International afirma que los derechos de personas lesbianas, gays y bisexuales están siendo amenazados por la "ideología de género"
Reino Unido.- En un giro inesperado que revela las tensiones internas del movimiento por los derechos de las personas LGBTIQ+, un grupo autodenominado "LGB International" ha lanzado una declaración de "independencia" que busca distanciarse de los activistas trans, no binarios y de la ideología de género. El video, compartido en redes sociales, presenta testimonios de personas de diversos países que afirman que los derechos por los que han luchado durante años están siendo "amenazados" por estas corrientes.
Esta declaración no es un hecho aislado, sino el resultado de un debate que ha estado latente en el movimiento desde hace años. Por un lado, organizaciones como la LGB Alliance, fundada en 2019 en Reino Unido, han argumentado que la inclusión de las personas trans y no binarias pone en riesgo los derechos basados en el sexo biológico, especialmente en contextos como el acceso a espacios segregados por género o la protección legal contra la discriminación. Por otro lado, activistas trans y aliados defienden que la lucha por los derechos de género y orientación sexual son inseparables, recordando que el movimiento LGBTIQ+ nació de alianzas históricas, como las revueltas de Stonewall, donde personas de diferentes identidades lucharon juntas.
Sin embargo, esta "declaración de independencia" no solo genera preguntas sobre la unidad del movimiento, sino también sobre sus implicaciones políticas y sociales. ¿Es realmente una lucha por preservar los derechos históricos, o un retroceso que podría profundizar la estigmatización de las personas trans? La LGB Alliance, por ejemplo, ha sido calificada como "transfóbica" y "anti-trans" por scholars, políticos y organizaciones de derechos humanos, lo que pone en duda la legitimidad de su postura.
La declaración también refleja una tensión ideológica más amplia: mientras algunos ven la "ideología de género" como una amenaza a los valores tradicionales, otros la consideran un avance necesario para reconocer la diversidad de identidades. En este sentido, la fractura no solo es interna, sino que también se inserta en un marco global donde movimientos anti-derechos han ganado terreno, utilizando discursos similares para oponerse a los avances en igualdad de género y derechos LGBTIQ+.
En última instancia, esta "independencia" plantea una pregunta crucial: ¿puede el movimiento por los derechos LGBTIQ+ avanzar sin la unidad que lo caracterizó en sus inicios? La respuesta no solo dependerá de las estrategias políticas, sino también de cómo se manejen las narrativas y los discursos en un mundo cada vez más polarizado.