¿Licencia o impunidad? La presión contra Araceli Brown en el Congreso
María Elena Pérez-Jaén confronta a Araceli Brown en el Congreso por acusaciones de EE. UU. sobre vínculos con el Cártel de Sinaloa
CDMX.- En un tenso intercambio frente al Congreso, la diputada morenista Hilda Araceli Brown fue acorralada por María Elena Pérez-Jaén, quien le exigió públicamente solicitar licencia para enfrentar las acusaciones en su contra. El episodio, capturado en video, refleja no solo la presión creciente sobre Brown, sino también el clima de desconfianza que rodea a su figura tras ser señalada por Estados Unidos por presuntos nexos con el Cártel de Sinaloa.
Pérez-Jaén, conocida por su postura crítica y su reciente salida del PAN, no se anduvo con rodeos: “¡Solicite licencia!”, le espetó a Brown, quien con un gesto de incomodidad, respondió con un “Señora, no me acose”. La escena, ocurrida en un espacio público, fue registrada por reporteros acreditados, lo que añade un nivel de transparencia a un caso que, de otra manera, podría haber quedado en el ámbito de los pasillos legislativos.
El contexto no podría ser más delicado. Brown, exalcaldesa de Playas de Rosarito y actual legisladora, fue incluida en una lista del Departamento del Tesoro de Estados Unidos como colaboradora de una facción delictiva del Cártel de Sinaloa. Esta acusación, que implica sanciones económicas y un escrutinio internacional, ha puesto en jaque no solo su credibilidad, sino también la de Morena, partido que hasta ahora no ha mostrado señales claras de distanciarse de ella.
La demanda de Pérez-Jaén no es aislada. En redes sociales, usuarios y políticos han exigido que Brown se separe del cargo para esclarecer las acusaciones, bajo el principio de que “el que nada debe, nada teme”. Sin embargo, la respuesta de Brown ha sido evasiva, lo que alimenta sospechas sobre su voluntad de transparentar el caso.
Este episodio no solo pone en relieve la polarización política en México, sino también la dificultad de rendir cuentas en un sistema donde el fuero protege a los legisladores de procesos judiciales. Mientras Pérez-Jaén ratificó su demanda de juicio político contra Adán Augusto López, otro miembro prominente de Morena, el caso de Brown se convierte en un termómetro de cómo el partido en el poder maneja las crisis de corrupción y narcotráfico que lo salpican.
La pregunta que queda en el aire es clara: ¿optará Brown por la licencia y la transparencia, o seguirá resguardándose detrás de su inmunidad legislativa? En un país donde la impunidad ha sido la norma, este caso podría marcar un antes y un después, o simplemente ser otro capítulo en la larga lista de políticos intocables.