Los liberales de Mark Carney ganan las elecciones en Canadá impulsados por el nacionalismo frente a Trump
Hace apenas meses, los liberales enfrentaban una probable derrota tras una década de desgaste bajo el liderazgo de Justin Trudeau
Canada.- El Partido Liberal, liderado por el primer ministro Mark Carney, se alzó con la victoria en las elecciones federales canadienses del lunes, capitalizando un resurgimiento del nacionalismo desencadenado por las amenazas de anexión y la guerra comercial impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump. Aunque las proyecciones indican que los liberales superarán en escaños a los conservadores en el Parlamento de 343 bancas, aún no está claro si lograrán la mayoría absoluta necesaria para legislar sin coaliciones.
Hace apenas meses, los liberales enfrentaban una probable derrota tras una década de desgaste bajo el liderazgo de Justin Trudeau, marcada por el aumento en los costos de vivienda y alimentos. Sin embargo, la retórica beligerante de Trump, que incluyó amenazas de convertir a Canadá en el "estado 51" de Estados Unidos y afirmaciones infundadas sobre subsidios estadounidenses al país, galvanizó a los votantes canadienses. La renuncia de Trudeau y el ascenso de Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, dieron un nuevo impulso a los liberales, que lograron reposicionarse como defensores de la soberanía nacional.
Trump intensificó sus ataques durante la jornada electoral, publicando en redes sociales que Canadá "no tendría un país" sin Estados Unidos y repitiendo su narrativa de anexión. Estas declaraciones, lejos de debilitar a los liberales, avivaron el sentimiento patriótico: 7,3 millones de canadienses votaron anticipadamente, una cifra récord, y muchos cancelaron viajes a Estados Unidos o boicotearon productos estadounidenses.
El líder conservador Pierre Poilievre buscó centrar la campaña en el descontento económico, pero su tibia respuesta inicial a Trump lo dejó en desventaja. Su mensaje de "Canadá nunca será el estado 51" llegó tarde para contrarrestar la percepción de que no confrontó al presidente estadounidense con suficiente firmeza. Además, las similitudes retóricas entre Poilievre y Trump, como su apelación a los agravios populares, alienaron a votantes como Reid Warren, de Toronto, quien lo calificó como un "mini-Trump".
La economía canadiense, altamente dependiente de las exportaciones a Estados Unidos (75% del total), enfrenta un futuro incierto ante los aranceles anunciados por Trump y su presión para trasladar la producción automotriz estadounidense fuera de Canadá. A esto se suma una crisis de costo de vida que ha erosionado el poder adquisitivo, un punto que los conservadores intentaron explotar sin éxito.
La campaña también se vio ensombrecida por un atropellamiento masivo en una feria callejera en Vancouver, que dejó nueve muertos. Aunque la policía descartó motivos terroristas y atribuyó el acto a un individuo con problemas de salud mental, el incidente obligó a suspender temporalmente las actividades electorales.
Las hermanas Laiqa y Mahira Shoaib, inmigrantes paquistaníes en Mississauga, reflejan la diversidad de opiniones. Laiqa, de 27 años, votó por el Nuevo Partido Democrático, mientras que Mahira, de 25, apoyó a los conservadores, atraída por la "mentalidad empresarial" de Poilievre. Sin embargo, el nacionalismo y el rechazo a Trump parecen haber inclinado la balanza hacia los liberales en muchos distritos clave.
La victoria de Carney asegura un cuarto mandato liberal, un logro notable tras un inicio de campaña desfavorable. No obstante, los desafíos son inmensos: mitigar el impacto de los aranceles estadounidenses, abordar la crisis de asequibilidad y mantener la unidad nacional frente a las provocaciones externas. Como señaló Carney en un discurso reciente, "los estadounidenses quieren doblegarnos, pero eso es lo que está en riesgo". Su capacidad para navegar estas turbulencias definirá el futuro de Canadá en un contexto global cada vez más tenso.