Luisito Comunica denuncia el caos de la protesta contra la gentrificación en CDMX: 'No fue una manifestación, fue un robo'
El youtuber y empresario mexicano criticó el vandalismo y los saqueos que dejaron a pequeños negocios, muchos de ellos con inversión local, en el limbo, cuestiona el verdadero propósito de la marcha
CDMX.- En un video que circula ampliamente en redes sociales, Luisito Comunica, el influyente youtuber y empresario mexicano, se planta frente a los restos de la tienda Ripndip en la Ciudad de México, tras una protesta que comenzó como una marcha contra la gentrificación pero terminó en vandalismo y saqueos. Con un tono que oscila entre la indignación y la incredulidad, Luisito cuestiona el giro violento de una manifestación que, según él, "no fue una protesta, sino un robo disfrazado de manifestación".
El contexto es crucial. La protesta, organizada por grupos como Frente Anti Gentrificación Mx, surgió como respuesta al aumento desmedido de los precios de la vivienda y el desplazamiento de comunidades locales debido a la llegada masiva de extranjeros, particularmente estadounidenses y europeos, a barrios como Condesa y Roma. La gentrificación ha transformado estas zonas en enclaves turísticos, expulsando a residentes de larga data y alterando la esencia de los barrios. Sin embargo, lo que comenzó como una denuncia legítima contra el "imperialismo americano" y el encarecimiento de la vida, según las propias palabras de los organizadores, derivó en actos de violencia que afectaron no solo a grandes cadenas, sino también a pequeños negocios locales.
El video de Luisito captura momentos clave de esta escalada. Imágenes muestran a manifestantes rompiendo vidrios, grafiteando paredes con mensajes como "Fuera gringos" y saqueando tiendas, incluyendo la de Ripndip, una marca que, valga la ironía, depende de inversionistas mexicanos para operar en el país. Aquí radica el nudo del problema, mientras algunos justifican el vandalismo argumentando que los afectados son "negocios de extranjeros", Luisito apunta a una realidad más compleja. "¿Por qué no entienden que para poner cualquier tip o franquicia se necesita que un mexicano ponga dinero?", cuestiona, destacando que el daño no solo afecta a inversionistas extranjeros, sino también a empleados y emprendedores locales.
El análisis crítico no puede ignorar el trasfondo ideológico. Como señala Jetro Matus Fer en los comentarios del thread, para algunos manifestantes, esta no es solo una lucha contra la gentrificación, sino una batalla de clases que busca abolir la propiedad privada. Sin embargo, el caos resultante levanta preguntas sobre la eficacia y la ética de estos métodos. ¿Es válido destruir el patrimonio de otros en nombre de una causa social? ¿Qué pasa con los trabajadores mexicanos que dependen de estos negocios, como el joven entrevistado en el video, quien asegura trabajar en un establecimiento "100% mexicano"?
La ironía no se detiene ahí. Mientras algunos manifestantes claman por apoyar "negocios mexicanos", otros, como el individuo que confronta a Luisito, llevan credenciales de la Secretaría de Turismo, un detalle que el youtuber no deja pasar, "Le chingaron su chamba a un mexicano". Este choque de narrativas revela una fractura interna en el movimiento: ¿qué significa ser "progresista" cuando las acciones contradicen los discursos?
El video de Luisito no solo documenta un evento, sino que también sirve como espejo de las tensiones que atraviesan la Ciudad de México. En un mundo donde la globalización y el turismo masivo reconfiguran las ciudades, la protesta contra la gentrificación es un síntoma de un malestar más profundo. Sin embargo, el camino hacia soluciones no puede transitar por la violencia ni el saqueo. Como bien lo expresa Luisito, "esto no fue una manifestación, esto fue un robo disfrazado de manifestación". Queda por ver si las voces que claman por justicia social aprenderán de este episodio o si seguirán repitiendo los mismos errores, dejando a su paso un rastro de destrucción que, al final, afecta a los mismos que pretenden defender.