México desafía al dragón: Aranceles de hasta 50% a China para salvar industrias locales
El Senado mexicano avaló este miércoles reformas que imponen aranceles de 5% a 50% a 1.463 fracciones de productos, principalmente de China y otros países asiáticos sin acuerdos comerciales con México
CDMX.- En un movimiento audaz que sacude el tablero comercial global, el Senado mexicano aprobó este miércoles con 76 votos a favor, 5 en contra y 35 abstenciones reformas a la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación, imponiendo aranceles de hasta el 50% a más de 1.400 productos chinos y de otros países asiáticos sin tratados de libre comercio. La medida, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, golpea sectores clave como textiles, automotriz, plásticos, electrodomésticos y calzado, donde las importaciones baratas de China han diezmado la producción local y miles de empleos. La presidenta Claudia Sheinbaum, defendió la iniciativa como un “escudo necesario” para la soberanía económica, aunque el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, insistió en que no es un ataque directo a Pekín, sino una protección general a la industria nacional.
El contexto es claro: México enfrenta una invasión de bienes chinos subsidiados que inundan el mercado a precios imbatibles, dejando en ruinas a fábricas mexicanas y exacerbando el déficit comercial con China, que supera los 100 mil millones de dólares anuales. Esta decisión llega en un momento delicado, con Donald Trump de regreso en la Casa Blanca y amenazas de aranceles estadounidenses del 25% a productos mexicanos; algunos analistas ven en esto una jugada táctica para negociar con Washington, mientras otros la critican como un tiro en el pie que encarecerá la vida cotidiana de los consumidores. China no se quedó callada: un portavoz del Ministerio de Exteriores exigió que México “corrija su proceder lo antes posible”, argumentando que viola la globalización económica y podría escalar a represalias.
Analíticamente, esta es una apuesta de alto riesgo para Sheinbaum en su primer año de gobierno: revitalizará industrias locales a corto plazo, pero podría inflar precios y aislar a México en cadenas de suministro globales donde China es imbatible. Si Pekín responde con barreras a exportaciones mexicanas —que ya son mínimas—, el saldo podría ser un enfriamiento económico innecesario. ¿Estrategia visionaria o populismo proteccionista? El tiempo, y las urnas de 2027, lo dirán.



