México desafía los aranceles de Trump: Superávit comercial de 1,097 millones de dólares en el primer trimestre de 2025
El superávit comercial es, sin duda, una señal positiva, pero no debe interpretarse como una victoria definitiva
CDMX.- En un contexto de incertidumbre global y medidas proteccionistas impulsadas por la administración de Donald Trump, México ha logrado un hito económico significativo: un superávit comercial de 1,097 millones de dólares en el primer trimestre de 2025, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este resultado, impulsado por un aumento del 4% en las exportaciones, refleja la resiliencia de la economía mexicana frente a los desafíos externos, pero también plantea preguntas sobre su sostenibilidad en un entorno comercial cada vez más hostil.
Un superávit en medio de la tormenta arancelaria
De enero a marzo de 2025, las exportaciones mexicanas alcanzaron los 149,253.2 millones de dólares, un crecimiento del 4% en comparación con el mismo período de 2024. Este desempeño contrasta con el déficit comercial de 2,706 millones de dólares registrado en el primer trimestre del año pasado, marcando una recuperación notable. Solo en marzo, México reportó un superávit de 3,442.5 millones de dólares, con exportaciones que crecieron un 9.6% interanual hasta los 55,527.3 millones de dólares, mientras que las importaciones aumentaron un 7.1% a 52,084.9 millones de dólares.
El 84.5% de las exportaciones mexicanas tuvieron como destino Estados Unidos, lo que subraya la dependencia del país de su vecino del norte. A pesar de los aranceles del 25% impuestos por Trump a las exportaciones mexicanas de acero y aluminio desde mediados de marzo, las ventas a EE.UU. crecieron un 6.2% en el trimestre. Este dato sugiere que las empresas mexicanas han logrado adaptarse, al menos temporalmente, a las nuevas restricciones comerciales, posiblemente mediante compras anticipadas o ajustes en las cadenas de suministro.
Manufacturas: El motor del crecimiento
El sector manufacturero fue el principal impulsor del aumento exportador, con un crecimiento del 5% y envíos valuados en 134,000 millones de dólares. Destacan los incrementos en maquinaria (50%) y productos minero-metalúrgicos (32%), que reflejan la fortaleza de industrias clave como la automotriz y la metalúrgica. Sin embargo, no todos los sectores mostraron el mismo dinamismo: las exportaciones automotrices cayeron un 4%, afectadas por los aranceles y la incertidumbre en las negociaciones del T-MEC, mientras que las petroleras se contrajeron un 22%, impactadas por la baja en los precios del crudo y una menor producción.
Por otro lado, las exportaciones agropecuarias, aunque representaron una menor proporción del total, enfrentaron una caída del 2.8% en marzo, con productos como fresas y cebollas liderando las pérdidas. Este retroceso pone en evidencia la vulnerabilidad de ciertos sectores ante fluctuaciones de precios y la competencia global, especialmente en un contexto de mayores costos logísticos y restricciones comerciales.
Contexto: Una economía bajo presión
El superávit comercial llega en un momento crítico para México. La reelección de Donald Trump y su agenda proteccionista han generado alertas entre analistas y organismos internacionales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial han advertido sobre el riesgo de una recesión en México si los aranceles se extienden más allá del acero y el aluminio. Oxford Economics estima que un arancel generalizado del 25% podría reducir el comercio mundial en un 10%, con un impacto directo en México, cuya economía depende en un 25% de las exportaciones a EE.UU.
Además, el panorama interno no está exento de desafíos. La administración de Claudia Sheinbaum enfrenta presiones fiscales heredadas del gobierno anterior, con un déficit fiscal que alcanzó el 6% del PIB en 2024 y que se espera se reduzca al 3.9% en 2025, según Citi. La inversión pública, clave para la infraestructura logística, se encuentra en su nivel más bajo en una década, lo que podría limitar la capacidad del país para sostener el crecimiento exportador.
Análisis crítico: ¿Triunfo o espejismo?
El superávit comercial es, sin duda, una señal positiva, pero no debe interpretarse como una victoria definitiva. La depreciación del peso mexicano, que ha perdido terreno frente al dólar en los últimos meses, ha hecho que las exportaciones sean más competitivas, pero también ha encarecido las importaciones, afectando el consumo interno. Como señala Gabriela Siller, el superávit se debe en parte a una caída en las importaciones derivada de la debilidad del consumo doméstico, más que a un fortalecimiento estructural de la economía.
Asimismo, el crecimiento de las exportaciones podría estar impulsado por compras anticipadas de empresas estadounidenses que buscan adelantarse a posibles aranceles más severos. Este fenómeno, aunque beneficia las cifras a corto plazo, no garantiza una tendencia sostenida. La renegociación del T-MEC, programada para 2026, añade otra capa de incertidumbre. Cualquier cambio en las reglas de origen o en los aranceles podría alterar las dinámicas comerciales, especialmente en sectores como el automotriz, que ya muestra signos de debilidad.
Perspectivas: Resiliencia con cautela
México ha demostrado una capacidad notable para navegar las aguas turbulentas del comercio internacional, consolidándose como el principal proveedor de mercancías a EE.UU., por encima de China y Canadá. La cercanía geográfica, las facilidades del T-MEC y el nearshoring han posicionado al país como un destino atractivo para la inversión extranjera, como lo demuestra el anuncio de Grupo Modelo de invertir 3,600 millones de dólares en los próximos dos años o la región digital de Amazon en Querétaro, que generará 7,000 empleos.
Sin embargo, la falta de un plan concreto del gobierno para mitigar los efectos de los aranceles, como señala Chávez Capó, es preocupante. La economía mexicana necesita diversificar sus mercados de exportación y fortalecer el mercado interno para reducir su dependencia de EE.UU. Además, la modernización de la infraestructura logística y la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial, como sugiere Mail Boxes Etc, serán cruciales para mantener la competitividad.
Conclusión
El superávit comercial de 1,097 millones de dólares en el primer trimestre de 2025 es un logro que refleja la fortaleza del sector exportador mexicano, especialmente en manufacturas. No obstante, las amenazas arancelarias de Trump, la debilidad de ciertos sectores y los retos fiscales internos exigen una estrategia integral para garantizar que este resultado no sea un espejismo. México está en una encrucijada: puede aprovechar su posición estratégica para consolidarse como un actor clave en el comercio global o arriesgarse a una desaceleración si no aborda sus vulnerabilidades. Por ahora, el país ha dado un paso firme, pero el camino por delante requerirá audacia y visión.