México despierta al gigante de la IA: CloudHQ inyecta 4.800 millones, ¿oportunidad o sobrecarga?
La empresa estadounidense construirá instalaciones de hyperscale que estarán operativas en 2027 y sumarán 900 MW de capacidad, consolidando al estado como hub regional de nube e IA
CDMX.- En un movimiento que acelera la transformación digital de México, la firma estadounidense CloudHQ —especializada en centros de datos para titanes como Google y Microsoft— anunció este septiembre una inversión récord de 4.800 millones de dólares para erigir seis instalaciones hiperescalables en Querétaro. Este megaproyecto, que operará a pleno desde 2027 y elevará el portafolio global de la empresa por encima de los 17.000 millones, posiciona al Bajío como epicentro de la nube y la inteligencia artificial, alineándose con el nearshoring que ha atraído ya más de 36.000 millones en IED tecnológica este año, según datos de la Secretaría de Economía.
El impacto económico pinta prometedor: se esperan miles de empleos calificados en un sector que demanda ingenieros y técnicos en IA, impulsando un PIB regional que ya crece al 5% anual en Querétaro. Es un espaldarazo al sueño de México como “hub latino” de datos, donde la proximidad a EE.UU. y costos 30% inferiores a Silicon Valley seducen a hyperscalers. Marcelo Ebrard,lo celebró como “salto cuántico” hacia la era IA, y no es para menos: el país ya aloja el 10% de la capacidad de datos de América Latina.
Pero no todo brilla en esta fiebre digital. Estos data centers devorarán hasta 900 megavatios —equivalente al consumo de una ciudad mediana— y litros colosales de agua en una zona propensa a sequías, tensionando una red eléctrica que arrastra déficits crónicos y protestas por apagones. Sumemos la inseguridad: ¿quién invierte miles de millones en un México donde el narco acecha? Sin reformas en energía renovable y capacitación inclusiva, este boom podría agrandar brechas, beneficiando elites mientras el grueso de la población mira de afuera. CloudHQ apuesta fuerte, pero México debe jugar inteligente para no quedarse en promesa vacía.



