México se aferra al crecimiento: PIB sube 0.2% en un arranque de 2025 marcado por la incertidumbre
El resultado llega en un momento crítico para México, la segunda economía de América Latina, que enfrenta múltiples frentes de incertidumbre
CDMX.- En un contexto de nubarrones económicos y temores de recesión, México logró esquivar por un margen mínimo una recesión técnica en el primer trimestre de 2025. Según la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la economía mexicana creció un tímido 0.2% entre enero y marzo, revirtiendo la contracción de 0.6% registrada en el último trimestre de 2024. Aunque el dato superó las expectativas de analistas, que anticipaban un crecimiento nulo o incluso una nueva caída, el panorama dista de ser alentador: el crecimiento depende casi exclusivamente del sector agropecuario, mientras la industria y los servicios muestran señales de debilidad en un entorno global volátil.
Un respiro impulsado por el campo
El modesto avance del PIB se sostuvo en el dinamismo del sector primario, que incluye agricultura, ganadería y pesca, y que creció un impresionante 8.1% a tasa trimestral. Este repunte, según expertos, refleja una recuperación tras un 2024 complicado para el campo, además de un aumento en las exportaciones agrícolas hacia Estados Unidos, donde los importadores aceleraron pedidos ante la amenaza de aranceles impulsada por la administración de Donald Trump. Sin embargo, este brillo contrasta con el desempeño del resto de la economía: las actividades secundarias (industria y manufactura) cayeron 0.3%, marcando su segunda contracción consecutiva, mientras que las terciarias (comercio y servicios) se estancaron sin registrar variación.
A tasa anual, el PIB creció 0.6% respecto al primer trimestre de 2024, superando las expectativas de los analistas (0.5%) y el crecimiento del trimestre previo (0.5%). Las actividades primarias lideraron con un alza de 6%, seguidas por las terciarias (1.3%), mientras que las secundarias cayeron 1.4%, evidenciando la fragilidad del sector industrial, particularmente en manufacturas y construcción.
Contexto: Una economía bajo presión
El resultado llega en un momento crítico para México, la segunda economía de América Latina, que enfrenta múltiples frentes de incertidumbre. La contracción de 0.6% en el cuarto trimestre de 2024 había encendido las alarmas, con analistas como los de Citi pronosticando una recesión técnica (dos trimestres consecutivos de caída del PIB). El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó drásticamente su pronóstico para 2025, anticipando una contracción de 0.3%, frente a un crecimiento de 1.4% proyectado en enero. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es aún más pesimista, estimando una caída de 1.3% si los aranceles de Trump se aplican de forma generalizada.
El principal factor de riesgo es la política comercial de Estados Unidos, destino de más de 80% de las exportaciones mexicanas. Las amenazas de Trump de imponer aranceles de hasta 25% a productos mexicanos, especialmente automotrices, han generado cautela en la inversión y el consumo. Aunque México ha esquivado aranceles recíprocos, más de la mitad de sus exportaciones podrían enfrentar tarifas, lo que amenaza con frenar el crecimiento. A esto se suma una desaceleración en la economía estadounidense, que creció solo 1.6% en el primer trimestre de 2025, por debajo de las expectativas.
En el ámbito interno, la confianza empresarial ha disminuido desde mediados de 2023, según el Indicador Global de Opinión Empresarial del Inegi, afectando sectores clave como manufactura y servicios financieros. El consumo de los hogares, un pilar de la economía, también muestra signos de debilidad: en marzo de 2025, las ventas de tiendas de autoservicio crecieron solo 1% anual, el peor desempeño desde la pandemia. Además, la reforma judicial propuesta para 2025 ha generado preocupaciones sobre el marco jurídico, afectando la confianza de los inversionistas.
¿Un alivio temporal o un punto de inflexión?
Si bien el crecimiento de 0.2% es una buena noticia, los expertos advierten que no disipa los riesgos. Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, señaló que el avance es “marginal” y que el impacto de los aranceles se sentirá con mayor fuerza a partir de abril, afectando el segundo trimestre. Gabriela Siller, de Banco Base, destacó que la debilidad en industria y servicios, junto con un deterioro en el mercado laboral desde 2024, mantiene latente el riesgo de recesión.
Por su parte, el gobierno de Claudia Sheinbaum celebró el dato como una señal de resiliencia. La presidenta destacó el “Plan México” para fortalecer el mercado interno y anunció nuevas medidas para mayo. Sin embargo, la Secretaría de Hacienda recortó su pronóstico de crecimiento para 2025 a un rango de 1.5% a 2.3%, reconociendo la incertidumbre comercial y la debilidad en la inversión y el consumo.
Mirando hacia adelante
El desempeño económico de México en 2025 dependerá de su capacidad para navegar un entorno global hostil. La evolución de las negociaciones comerciales con Estados Unidos, la estabilidad del tipo de cambio y la implementación de políticas internas para estimular la inversión serán cruciales. Por ahora, el campo mexicano ha dado un respiro, pero la economía camina sobre una cuerda floja, con la recesión acechando si las condiciones se deterioran.