Morena defiende artículo transitorio de la Ley de Amparo pese a críticas por retroactividad
Senador Huerta asegura que el transitorio no busca perjudicar a Sheinbaum y que será modificado, no eliminado
CDMX.- En un intento por defender lo indefendible, el senador de Morena, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, se plantó frente a los micrófonos para justificar el polémico artículo transitorio de la reforma a la Ley de Amparo, aquel que ha desatado un torbellino de críticas por su aparente retroactividad. Sin embargo, su discurso, más que aclarar, profundizó el enigma: ¿quién redactó ese artículo? ¿Por qué nadie lo entiende? Y, sobre todo, ¿por qué lo defienden con tanto ahínco?
Huerta, con su habitual estilo evasivo, aseguró que “no se busca perjudicar a la presidenta” y que todo es parte de un “proceso colectivo institucional”. Palabras que suenan a mantra repetido, pero que no responden a la pregunta central: ¿de dónde salió ese transitorio que permite aplicar la reforma a casos ya en trámite? La respuesta, según él, es que “sale del Senado de la República”, como si eso fuera suficiente para tranquilizar a los juristas, a la oposición y, sobre todo, a la ciudadanía.
El problema, claro, no es solo el origen del artículo, sino su contenido. Este transitorio, que no estaba en la iniciativa original de Claudia Sheinbaum, ha sido interpretado como un intento de debilitar el amparo, una figura jurídica que ha sido el escudo de los mexicanos contra los abusos de autoridad. Y aquí radica la ironía: mientras Huerta habla de “coordinación institucional”, el respaldo de Arturo Zaldívar, exministro de la Suprema Corte y asesor presidencial, parece más un salvavidas político que una defensa jurídica sólida. Zaldívar, en un giro inesperado, sugirió que el artículo “probablemente se modifique, pero no se elimine”, una declaración que deja más dudas que certezas.
El contexto no ayuda. Esta reforma forma parte de un paquete más amplio que busca redefinir el sistema judicial mexicano, pero el apresuramiento y la opacidad en su redacción han generado sospechas. ¿Es realmente un error de redacción, como algunos argumentan, o un movimiento calculado para limitar los recursos legales contra decisiones gubernamentales? La falta de claridad en las respuestas de Morena solo alimenta la percepción de que, una vez más, el partido en el poder prioriza la lealtad política sobre la coherencia jurídica.
En resumen, lo que comenzó como una reforma aparentemente técnica se ha convertido en un símbolo de las contradicciones internas de Morena. Nadie lo escribió, nadie lo entiende, pero todos lo defienden. Y mientras tanto, la ciudadanía se pregunta si este enredo no es más que una distracción de los verdaderos problemas que enfrenta el país. Porque, al final, lo que está en juego no es solo una ley, sino la confianza en las instituciones. Y esa, como bien saben en Morena, es cada vez más difícil de recuperar.