Morena destapa el "ejército fantasma" del PAN: Influencers pagados para simular activismo
El diputado Arturo Ávila presentó este 1 de diciembre una queja contra el PAN-CDMX y el influencer Edson Andrade por presunta propaganda encubierta
CDMX.- En un movimiento que aviva la eterna rivalidad entre Morena y el PAN, el diputado Arturo Ávila Anaya, vocero de los morenistas en San Lázaro, irrumpió este 1 de diciembre ante la Unidad Técnica de Fiscalización del INE con una denuncia demoledora. Acusa al PAN capitalino y al influencer Edson Andrade Lemus de orquestar una red de propaganda encubierta: gastos no reportados, triangulación de recursos públicos y subcontratos opacos que disfrazan como “activismo independiente” a un grupo de al menos siete personas financiadas directamente por el partido. Todo ello, violando el artículo 25 de la Ley General de Partidos Políticos, que exige transparencia en el uso de fondos electorales y prohíbe campañas que calumnien o denigren. Ávila, respaldado por el reconocimiento público de Adriana Gutiérrez Ureña (quien admitió públicamente, la existencia de un contrato por más de 2 millones de pesos con el influencer), presidenta del PAN en CDMX, exige auditorías exhaustivas y sanciones drásticas, argumentando que estos “hechos notorios y verificables” merecen un procedimiento de oficio.
El contexto no podría ser más candente: con las elecciones a la vista para 2026, el PAN busca recuperar terreno tras la debacle nacional de 2024, donde Morena arrasó con Sheinbaum. Esta denuncia llega en un México polarizado, donde las redes sociales se han convertido en el nuevo campo de batalla electoral; según datos del INE de ciclos previos, el gasto en propaganda digital superó los 500 millones de pesos en 2021, y casos como este exponen cómo los partidos usan influencers para evadir topes y fiscalización. Fuentes como Fer Moctezuma confirman que el PAN contrató a Andrade para “amplificar” mensajes opositores, pero Ávila va más allá: alega que intentaron borrar evidencias digitales, un guiño a la opacidad crónica que ha costado multas millonarias a ambos bandos en el pasado.
¿Vigilancia legítima o contraataque selectivo? Ávila, que en mayo defendió su propio patrimonio ante acusaciones de enriquecimiento, pinta esto como un triunfo de la rendición de cuentas, pero críticos del PAN lo ven como distracción de los recortes presupuestales que Morena impulsa contra el Judicial. Sea como sea, el INE tiene ahora la pelota: si no actúa con celeridad, esta queja podría ser solo el prólogo de una temporada de denuncias cruzadas que enturbie aún más la democracia digital mexicana.



