Morena retrasa las 40 horas: Una promesa electoral más para el 2030
El diputado Pedro Haces Barba anunció que la reducción de la jornada laboral será gradual y concluirá en enero de 2030
CDMX.- En un escenario que ya parece un déjà vu, el diputado Pedro Haces Barba, de Morena, ha confirmado que la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales no será una realidad antes de 2030. Durante una entrevista en el pleno de la Cámara de Diputados, Haces aseguró que la medida será implementada de manera "gradual" a lo largo de los próximos cinco años, con un horizonte final en enero de 2030. Esta declaración llega en un momento clave, justo antes de las elecciones intermedias, lo que no hace más que avivar las sospechas de que se trata de una estrategia electoral más que de un compromiso real.
La promesa de las 40 horas no es nueva. Desde hace años, Morena ha utilizado este tema como bandera para ganar simpatías, especialmente entre los trabajadores, quienes, según encuestas como la de OCCMundial de junio de 2023, apoyan masivamente la iniciativa (94%). Sin embargo, la gradualidad anunciada por Haces Barba no solo dilata el beneficio, sino que lo hace coincidir con el fin del sexenio de Claudia Sheinbaum, lo que levanta dudas sobre su viabilidad real. ¿Es una reforma laboral necesaria o simplemente un anzuelo para mantener el voto cautivo?
El contexto no ayuda. México sigue siendo el país con la jornada laboral más larga del mundo, con un promedio de 2,405 horas anuales, según datos de la OCDE. Mientras otros países avanzan hacia semanas de 35 horas, aquí seguimos debatiendo cómo llegar a las 40. La "modernidad laboral" que menciona Haces Barba suena más a discurso que a acción concreta, especialmente cuando reconoce que no todas las industrias pueden adaptarse de inmediato, lo que podría traducirse en un beneficio desigual o, peor aún, en un incumplimiento tácito.
Además, el timing de la declaración no pasa desapercibido. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, Morena parece estar reciclando promesas para mantener viva la esperanza de un cambio que, hasta ahora, no ha llegado. La gradualidad, en lugar de ser una solución pragmática, se percibe como un mecanismo para posponer la responsabilidad. ¿Será que en 2030 veremos finalmente las 40 horas, o será otra promesa que se desvanece en el tiempo? Mientras tanto, los trabajadores seguirán esperando, y la credibilidad de Morena, una vez más, queda en entredicho.