Muere león blanco por negligencia de Profepa en Zoológico de Culiacán
Este caso expone una crisis de bienestar animal que apunta a fallas estructurales en la administración municipal y en la supervisión de la Profepa
Sinaloa.- Un león blanco murió en el Zoológico de Culiacán, Sinaloa, en condiciones que han desatado indignación y cuestionamientos sobre la gestión del recinto y la inacción de las autoridades. Videos difundidos en redes sociales mostraban al animal demacrado, viviendo entre excrementos en una jaula deteriorada, con acceso limitado a agua y alimento. Este caso expone una crisis de bienestar animal que apunta a fallas estructurales en la administración municipal y en la supervisión de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Desde hace seis meses, el zoológico está bajo control del Ayuntamiento de Culiacán, liderado por el exregidor José María Casanova. Según la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), Casanova recortó el presupuesto destinado a la alimentación y cuidado de los animales, dejando al recinto sin veterinarios capacitados ni planes de manejo adecuados. Estas advertencias, emitidas una semana antes del deceso, no fueron atendidas oportunamente por Profepa, a cargo de Mariana Boy. Visitantes y activistas llevaban más de 15 días denunciando el abandono de los ejemplares, pero la respuesta oficial llegó tarde: inspectores federales realizaron una visita el 29 de abril, cuando el león ya estaba en estado crítico.
Profepa informó que una necropsia determinará las causas de la muerte y posibles responsabilidades, pero su demora en actuar ha sido señalada como un factor clave. Ernesto Zazueta, presidente de AZCARM, ha criticado la gestión del zoológico, atribuyendo el deterioro a la inseguridad en la región, que redujo la afluencia de visitantes y, por ende, los ingresos, así como a la falta de recursos desde el cambio de administración. Sin embargo, la ausencia de acción inmediata por parte de Profepa, pese a las facultades de su representante en Sinaloa, Pedro Luis León, agrava el panorama.
El caso no es aislado. México enfrenta desafíos en la aplicación de leyes de bienestar animal, como la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, que prohíbe el maltrato y exige cuidados adecuados. A pesar de avances legislativos, la falta de recursos y la inconsistencia en la supervisión, especialmente en zoológicos municipales, perpetúan casos como el del león blanco. La preocupación crece ante la posibilidad de que Profepa, en lugar de trasladar a los animales a centros verificados por AZCARM, los deje en el mismo zoológico como depositaria, prolongando su sufrimiento.
Este incidente exige una investigación exhaustiva y sanciones efectivas. Más allá de la necropsia, es crucial que Profepa y el Ayuntamiento de Culiacán rindan cuentas, y que se garantice la reubicación de los animales a instalaciones certificadas. La muerte del león blanco no solo es una tragedia, sino un llamado urgente a reformar la gestión de zoológicos en México para priorizar el bienestar animal sobre intereses burocráticos o económicos.