¿"No es falso"? El lapsus de Sheinbaum que Gálvez usa para destapar la "corona comprada" de Morena
Sheinbaum respondió “no es falso” y se corrigió al ser preguntada si el gobierno compró Miss Universo. Xóchitl Gálvez difundió el video y lo llamó “revelador”
CDMX.- En plena mañanera del 24 de noviembre, Claudia Sheinbaum soltó el zapato que no le calzaba: ante la pregunta sobre si su gobierno compró Miss Universo para distraer de escándalos, respondió “Evidentemente no es falso” antes de corregir con un “No, hay que hacer caso de esas cosas”. El patinazo, capturado en video y viralizado en horas, no pasó desapercibido para Xóchitl Gálvez, excandidata presidencial y eterna fiscal de Morena. En un tuit punzante, Gálvez soltó: “¿La presidenta tuvo un desliz o la traicionó el subconsciente?”, adjuntando el clip que ya suma miles de vistas. No es casual: en un México polarizado, donde los errores presidenciales se convierten en munición opositora, este resbalón revive el debate sobre el triunfo de Fátima Bosch Fernández como Miss Universo 2025, coronada en Bangkok.
El meollo está en los hilos invisibles que unen la corona con el poder guinda. Bosch, la tabasqueña de 25 años que se alzó contra el acoso en un evento previo, porta no solo la tiara, sino un apellido con peso: su padre, Bernardo Bosch Hernández, ingeniero con décadas en Pemex, es asesor del director general de la petrolera estatal. Su tía, Mónica Fernández Balboa, exsenadora morenista y actual jefa del INDEP. Y el contrato estrella: en febrero de 2023, Pemex adjudicó 745.6 millones de pesos a un consorcio de Raúl Rocha Cantú, flamante dueño del 50% de Miss Universo desde 2024. Rocha, tabasqueño como Bosch, lo defiende como “licitación limpia con 15 competidores”, cobrando solo 44 millones. Pemex lo corrobora vía su portal de contrataciones. Pero Gálvez, oliendo humo, lo pinta como soborno disfrazado: ¿casualidad que la ganadora sea “de la casa”?
Sheinbaum lo liquida como “crítica infundada”, felicitando a Bosch como ícono feminista. Gálvez, en cambio, lo eleva a síntoma de un sistema donde Pemex —el eterno botín político— financia favores. El lapsus, más que torpeza, parece un guiño freudiano a verdades a medias: en un sexenio de austeridad selectiva, ¿por qué una corona tailandesa distrae de la FGR que archivó en 2022 la pesquisa por enriquecimiento contra Bosch padre? La oposición aplaude; los morenistas lo tildan de “ataque misógino”. Al final, en política mexicana, las coronas no coronan solo bellezas: coronan sospechas que no mueren con una risa nerviosa.



