Noroña Arremete Contra Críticas a la Reforma Judicial: ¿Orgullo o Negligencia?
“Es muy bonito, desde la comodidad de andar de chingaquedito decir: ‘es que hicieron mal’…”
CDMX.- En un tono que ya se ha vuelto característico, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, estalló este miércoles ante las críticas por el proceso de selección de candidatos al Poder Judicial. Cuestionado sobre posibles sanciones para quienes no revisaron adecuadamente los perfiles de los aspirantes, Noroña no dudó en responder con una frase que desató polémica: “Es muy bonito, desde la comodidad de andar de chingaquedito decir: ‘es que hicieron mal’…”. Con estas palabras, el senador del Partido del Trabajo (PT), aliado del oficialista Morena, descartó cualquier tipo de castigo y dejó entrever que, para él, la autocrítica no es una prioridad frente a lo que considera el orgullo de la mayoría legislativa.
El comentario, captado en una conferencia de prensa frente al emblema del Senado de la República, refleja el estilo combativo de Noroña, un político que ha construido su carrera a partir de su activismo y su discurso confrontacional. Desde sus protestas contra los resultados de la elección presidencial de 2006, cuando apoyó a Andrés Manuel López Obrador, hasta su reciente elección como presidente del Senado en agosto de 2024, Noroña se ha consolidado como una figura polarizante. Sin embargo, su postura frente a las críticas sobre la reforma judicial –impulsada por Morena y sus aliados– ha encendido aún más el debate sobre el rumbo del sistema de justicia en México.
Un Proceso Cuestionado desde el Inicio
La reforma judicial, aprobada en septiembre de 2024 bajo el mandato del expresidente López Obrador y continuada por la actual presidenta Claudia Sheinbaum, convirtió a México en el primer país del mundo en elegir a todos sus jueces por voto popular. Presentada como una solución para combatir la corrupción en el Poder Judicial, la iniciativa ha sido duramente criticada por opositores, trabajadores judiciales y organizaciones internacionales, que advierten sobre el riesgo de politización y la pérdida de independencia del sistema de justicia.
El proceso de selección de candidatos ha sido uno de los puntos más controvertidos. Ha habido cuestionamientos sobre la falta de rigor en la evaluación de los perfiles de los aspirantes, lo que podría comprometer la calidad e imparcialidad de los futuros jueces. La respuesta de Noroña, lejos de ofrecer claridad o soluciones, parece minimizar las fallas y priorizar la defensa de la reforma por encima de cualquier señalamiento.
Reacciones: Entre el Sarcasmo y la Indignación
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Usuarios como @RepDeFiFidonia señalaron la ironía del discurso oficialista: “O sea, hacen mal lo que ellos mismos inventaron, que no se necesitaba, ponen en riesgo todo el sistema de justicia de un país… pero hay que tenerles consideración, es la primera vez que lo hacen. 🤣😂”. Otros, como @AmazingChars, fueron más duros, calificando a Noroña de “patético” y acusándolo de ser él mismo el “chingaquedito mayor”. La indignación también se reflejó en comentarios como el de @ricardoipn, quien tachó al senador de “rey de la incongruencia y los pretextos”.
El Contexto: Una Reforma con Consecuencias Económicas y Políticas
La reforma judicial no solo ha generado tensiones políticas, sino que también ha encendido las alarmas económicas. Según un análisis de Oxford Economics publicado en septiembre de 2024, la reforma podría provocar una caída del 12% en la inversión extranjera directa, aumentando el riesgo de una recesión en México. El debilitamiento de los contrapesos judiciales, especialmente en un contexto donde el partido gobernante cuenta con una supermayoría en el Congreso (364 de 500 escaños en la Cámara de Diputados, obtenidos en las elecciones de 2024), genera incertidumbre entre inversionistas que temen por la seguridad jurídica de sus proyectos.
El trasfondo de esta reforma se remonta a la agenda de López Obrador, quien durante su sexenio buscó consolidar un legado nacionalista y estatista. La elección de jueces por voto popular fue una de sus promesas más ambiciosas dentro del llamado “Plan C”, que Claudia Sheinbaum impulsó durante su campaña y llevó a cabo tras asumir la presidencia en octubre de 2024. Sin embargo, la implementación de la reforma ha sido caótica, y la falta de mecanismos claros para garantizar la idoneidad de los candidatos ha puesto en tela de juicio los verdaderos objetivos de la iniciativa.
¿Defensa Genuina o Evasión de Responsabilidad?
Las palabras de Noroña no solo reflejan su estilo beligerante, sino también la estrategia de Morena y sus aliados: priorizar la lealtad política sobre la independencia judicial. Al rechazar sanciones y calificar las críticas como “chingaquedito”, el senador evade la responsabilidad de garantizar un proceso transparente y robusto, algo que debería ser fundamental en una reforma de esta magnitud. Su postura contrasta con las declaraciones que él mismo dio en agosto de 2024, cuando aseguró que la reforma “garantizará un verdadero Estado de derecho” y que solo personas con formación y experiencia suficientes podrían participar.
Este episodio pone de manifiesto las contradicciones del oficialismo: mientras prometen erradicar la corrupción, sus acciones –o la falta de ellas– alimentan las dudas sobre su compromiso con la justicia y la democracia. La reforma judicial, que en teoría busca empoderar a la ciudadanía, corre el riesgo de convertirse en un instrumento para consolidar el poder político de Morena, dejando al sistema de justicia más vulnerable que nunca.
Un Debate que Apenas Comienza
A medida que el proceso de implementación de la reforma avanza, las tensiones no harán más que aumentar. La sociedad mexicana, dividida entre quienes apoyan la visión transformadora de Morena y quienes ven en estas reformas una amenaza a la democracia, seguirá exigiendo respuestas claras. Por ahora, las palabras de Noroña no aportan soluciones, sino que avivan el fuego de un debate que está lejos de resolverse. ¿Es esta la justicia que México necesita, o solo un reflejo de la arrogancia de quienes ostentan el poder? El tiempo, y los resultados de esta reforma, lo dirán.