Noroña, humillado por estudiantes en Guanajuato: Del reto al ridículo; cuando los estudiantes se cansan de los monólogos políticos
El senador morenista fue retado a debatir por un grupo de jóvenes que lo acusaron de incoherencias; Noroña culpó a la moderadora por el desorden
Guanajuato.- Gerardo Fernández Noroña, el senador morenista conocido por su retórica incendiaria, se topó con una realidad incómoda en la Universidad de Guanajuato: estudiantes que no están dispuestos a quedarse callados. Durante una ponencia que supuestamente buscaba diálogo, un grupo de jóvenes lo confrontó con gritos, pancartas y acusaciones de incoherencias, retándolo a debatir en el escenario. Noroña, en lugar de responder con argumentos, optó por el camino fácil: culpar a la moderadora por el “desorden” y evitar el intercambio.
Este episodio no es un accidente, sino el reflejo de un político que prefiere el monólogo al diálogo. Noroña, quien ha hecho carrera criticando a otros por sus privilegios, ha sido señalado repetidamente por su propio estilo de vida contradictorio. Los estudiantes, armados con evidencia de sus supuestas hipocresías, no solo cuestionaron su coherencia, sino también su capacidad para tolerar la disidencia. Y es que, en un país donde la polarización parece ser la norma, incidentes como estos revelan una verdad más profunda: políticos como Noroña se sienten más cómodos predicando que escuchando.
La reacción de Noroña, huyendo del debate y echando la culpa a otros, es síntoma de un problema más amplio en la política mexicana: la incapacidad de enfrentar la crítica de manera constructiva. En lugar de ver esto como una oportunidad para defender sus posiciones, optó por descartar a los disidentes como un “pequeñísimo grupo” con la intención de sabotear el evento. Pero la realidad es clara: la disrupción no estuvo en las preguntas formuladas, sino en su negativa a responderlas.
En resumen, lo que ocurrió en Guanajuato no fue más que un espejo de lo que muchos ya saben: Noroña es un político que vive de la confrontación, pero se derrumba cuando la confrontación lo encuentra a él. Los estudiantes, con sus celulares en alto, no solo registraron un momento de tensión, sino también un llamado a la rendición de cuentas que, aparentemente, Noroña no está dispuesto a enfrentar. En un país que necesita líderes que escuchen, este episodio solo refuerza la idea de que Noroña no está a la altura.



