ONG exige al INE inhabilitar a Yasmín Esquivel como candidata a ministra por plagio en su tesis
Yasmín Esquivel bajo fuego: ¿Una ministra indigna para la Suprema Corte?
CDMX.- La sombra del plagio vuelve a perseguir a Yasmín Esquivel Mossa, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a pocos días de la elección judicial del 1 de junio que definirá su continuidad en el cargo. Una organización no gubernamental ha solicitado al Instituto Nacional Electoral (INE) que investigue y declare su inelegibilidad como candidata, argumentando que las acusaciones de plagio en su tesis de licenciatura la descalifican éticamente para ocupar un puesto que exige los más altos estándares de integridad.
El escándalo no es nuevo. En 2023, la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM concluyó, tras una exhaustiva revisión de su Comité de Integridad Académica, que la tesis de Esquivel de 1987 es una “copia sustancial” de la presentada un año antes por Edgar Ulises Báez Gutiérrez. Sin embargo, Esquivel ha esquivado las consecuencias legales, logró que un juez federal detuviera la investigación de la UNAM y, en un fallo controversial, una sentencia de 2023 la reconoció como autora de su tesis, a pesar de las pruebas de plagio. La UNAM, por su parte, ha insistido en que dicho fallo no es vinculante y carece de sustento.
Pero las acusaciones no terminan ahí. Una investigación de El País en 2023 reveló que Esquivel también plagió su tesis doctoral en la Universidad Anáhuac en 2009. De las 456 páginas de su trabajo, 209 fueron copiadas textualmente de autores como el jurista mexicano Miguel Carbonell y José Manuel Rodríguez Uribes, exministro español de Cultura, quien calificó el acto como una “copia burda” y una afrenta a la ética académica. Esto representa un 46.5% de plagio, un golpe devastador a su credibilidad.
El caso de Esquivel no es un drama aislado, sino un reflejo de las grietas profundas en el sistema judicial mexicano. Según un informe de México Evalúa de 2024, el 93% de los delitos denunciados en el país quedan impunes, un dato que alimenta la desconfianza ciudadana hacia las instituciones. Que una figura como Esquivel, señalada por deshonestidad académica, aspire a mantenerse en la SCJN en medio de reformas judiciales impulsadas por el Ejecutivo, levanta serias dudas sobre la independencia y la calidad ética de quienes imparten justicia en México.
La solicitud al INE, presentada por la Fundación Iris, argumenta que la falta de rectitud de Esquivel viola los requisitos constitucionales para ser ministra. Aunque el INE aún no se pronuncia, el debate está encendido: ¿puede una persona con un historial tan cuestionado representar la justicia en el más alto nivel? La respuesta, que podría llegar en los próximos días, será un termómetro de la salud democrática del país. Mientras tanto, Esquivel sigue en la contienda, desafiando las críticas y evidenciando las contradicciones de un sistema que parece incapaz de purgarse a sí mismo.