Optimus de Tesla: ¿Un robot autónomo o una promesa exagerada?
El robot humanoide de Tesla aprende de videos humanos, aunque expertos cuestionan su nivel de independencia
EU.- Elon Musk vuelve a sorprender con su visión futurista, esta vez con Optimus, el robot humanoide de Tesla que, según afirma, ya realiza tareas como limpiar, aspirar, tirar la basura y trabajar en una fábrica de manera autónoma. La premisa es atractiva: un robot que aprende observando videos de humanos, una hazaña que Musk presenta como un hito en la inteligencia artificial. Sin embargo, detrás de la retórica optimista, surgen preguntas críticas sobre la autonomía real de Optimus y las implicaciones de su desarrollo.
El video publicado por Tesla muestra a Optimus ejecutando diversas tareas en un entorno controlado, desde colocar una bolsa de basura en un contenedor hasta limpiar una mesa. Musk asegura que estas habilidades fueron adquiridas directamente de videos de humanos, un avance que, de ser cierto, representaría un salto significativo en el aprendizaje por imitación. Sin embargo, expertos han señalado que, en demostraciones previas, los robots de Tesla requerían teleoperación para completar tareas complejas, lo que plantea dudas sobre su nivel de autonomía.
El contexto es clave. Optimus no es solo un proyecto tecnológico; es parte de la estrategia de Tesla para diversificar su negocio más allá de los vehículos eléctricos. Musk ha prometido que el robot entrará en producción limitada en 2025, con planes de fabricar más de 1,000 unidades para uso interno en Tesla y, eventualmente, para otros clientes en 2026. Sin embargo, la falta de transparencia sobre el grado de intervención humana en las demostraciones recientes genera escepticismo. Competidores como Unitree y UBTECH Robotics ya han mostrado robots humanoides con capacidades autónomas más consistentes, lo que pone a Tesla en una carrera tecnológica donde la percepción pública puede ser tan importante como los avances reales.
Además, el costo estimado de Optimus, alrededor de $30,000, lo posiciona como un producto de nicho, lejos de ser accesible para el consumidor promedio. Esto plantea la pregunta de si Optimus es realmente un avance para la vida cotidiana o una apuesta arriesgada destinada a captar la atención de los medios y la confianza de los inversores. Mientras Tesla sigue promoviendo su visión de un futuro con billones de robots humanoides, el desafío será demostrar que Optimus no es solo una promesa, sino una realidad funcional y autónoma.
En resumen, aunque el potencial de Optimus es indudable, su autonomía actual y la viabilidad de su producción masiva aún están en el aire. Musk ha logrado captar la imaginación del público, pero la crítica debe mantenerse vigilante para separar la innovación real de la narrativa marketinera.