¡Pemex al borde del colapso: Deudas millonarias amenazan parar operaciones en julio!
En 2021, el gobierno inyectó 3,500 millones de dólares para estabilizarla, pero los resultados son decepcionantes.
CDMX.- El último reporte de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (AMESPAC), destapa una crisis financiera alarmante en Petróleos Mexicanos (Pemex). Proveedores advierten que, de no resolverse los pagos pendientes, podrían paralizar operaciones a partir de julio de 2025. La deuda con estos socios asciende a 404 mil millones de pesos al primer trimestre de este año, un incremento del 260% desde 2018, lo que pone en jaque la continuidad de una industria clave para México.
Este problema no es nuevo. Las dificultades financieras de Pemex vienen gestándose desde hace años, en 2021, el gobierno inyectó 3,500 millones de dólares para estabilizarla, pero los resultados son decepcionantes. La producción petrolera sigue en picada —de 59 equipos de perforación activos en 2024 se pasó a solo 26 en 2025— y el presupuesto para exploración y extracción se desplomó un 66%, de 373 mil a 127 mil millones de pesos este año. Estos números contradicen las promesas de autosuficiencia energética de la administración de Claudia Sheinbaum, especialmente tras las millonarias inversiones en refinerías como Dos Bocas.
Los datos duros refuerzan la gravedad. Según Reuters, en abril de 2024 Pemex acumulaba retrasos por 8,800 millones de dólares con proveedores, un monto que compromete su cadena de suministro. AMESPAC señala que, solo entre sus afiliados, hay trabajos no pagados por más de 50 mil millones de pesos, algunos con más de un año de antigüedad. Esto no solo afecta a las empresas, sino que pone en riesgo el 40% de los ingresos del gobierno federal, una dependencia del petróleo que dobla el promedio global del 15% en países similares.
El sistema de Codificación de Pagos y Descuentos (Copade) de Pemex, lejos de agilizar, entorpece la certificación de facturas, mientras el gobierno promete mesas de trabajo para "solucionar" el caos. Sin una intervención urgente y efectiva, el colapso operativo podría ser inminente, dejando al descubierto no solo una crisis financiera, sino un modelo energético que, pese a los discursos, sigue tambaleándose.