¿Pemex al rescate con nuestros bolsillos? La nueva realidad de la renta petrolera bajo Sheinbaum
Datos de la SHCP revelan que la contribución de Pemex al erario bajó de 17,826 a 224 pesos por persona en 16 años
CDMX.- Por primera vez en la historia reciente de México, los ciudadanos no solo han dejado de beneficiarse de la renta petrolera, sino que ahora deberán desembolsar 230 pesos de sus propios impuestos para sostener a Petróleos Mexicanos (Pemex) en 2026. Así lo reveló un análisis de México Evalúa, basado en datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que desnuda un declive histórico: en 2008, cada mexicano recibía indirectamente 17,826 pesos per cápita de los ingresos petroleros, una cifra que en 2024 se desplomó a apenas 224 pesos, un 98% menos.
El gobierno de Claudia Sheinbaum, apenas instalado, ha dado un giro radical al anunciar el “Derecho Petrolero para el Bienestar”, un nuevo régimen fiscal que reduce la contribución de Pemex al erario a un 30% para petróleo y 11.63% para gas no asociado, según la Presidencia. La intención es priorizar el consumo nacional y blindar los precios de los energéticos, pero la realidad es otra: Pemex, ahogada por una deuda que supera los 97,000 millones de dólares (Reuters, 2024), ya recibió 136,000 millones de pesos (6,690 millones de dólares) del gobierno para 2025, y la tendencia sigue al alza.
El coordinador de México Evalúa, Jorge Cano, advierte que este cambio implica menos recursos para salud, educación y seguridad, derechos que antes se sostenían con la bonanza petrolera. Pero las dudas persisten: ¿es este un rescate legítimo o un subsidio disfrazado que beneficia más a políticas internacionales, como los envíos de crudo a Cuba (19,600 barriles diarios en el primer trimestre de 2025, según CiberCuba)? Mientras tanto, las críticas en redes sociales, como las de usuarios que recuerdan décadas de promesas incumplidas con Pemex, reflejan un hartazgo palpable.
La pregunta clave queda en el aire: ¿estamos financiando un espejismo energético o una estrategia que, a largo plazo, sacrificará el bienestar colectivo por un nacionalismo petrolero cada vez más cuestionable? Los números y los bolsillos de los mexicanos ya están hablando.