Perú declara persona non grata a Sheinbaum: ¿Defensa de la soberanía o distracción política?
Medida agrava crisis diplomática entre Perú y México, mientras Congreso enfrenta baja aprobación ciudadana
Perú.- En un gesto que ha elevado las tensiones diplomáticas entre Perú y México, el Congreso peruano votó este jueves para declarar persona non grata a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, luego de que México otorgara asilo a Betssy Chávez, ex primera ministra peruana acusada de participar en un intento de golpe de estado en 2022. La decisión, liderada por el congresista Ernesto Bustamante, no solo refleja el deterioro de las relaciones bilaterales, sino que también pone en el centro del debate la pregunta sobre hasta qué punto esta medida responde a una legítima defensa de la soberanía peruana o si se trata de un movimiento político interno con tintes espectaculares. Bustamante, conocido por su postura crítica hacia el gobierno mexicano, acusó a Sheinbaum de interferir en asuntos internos peruanos al otorgar asilo a Chávez, quien enfrenta cargos por rebelión y conspiración contra el estado. En su intervención, afirmó que “no podemos permitir que una persona como Claudia Sheinbaum, que está en cama con el narcotráfico, se meta en temas peruanos”, palabras cargadas de dramatismo que, sin embargo, carecen de pruebas concretas que sustenten la acusación de vínculos directos con el narcotráfico.
El contexto de esta crisis diplomática no es nuevo. Las relaciones entre Perú y México han estado tensionadas desde hace años, pero el episodio más reciente comenzó cuando México decidió otorgar asilo a Chávez, una medida que el gobierno peruano consideró una intromisión directa en su sistema judicial. Esto llevó al presidente interino José Jeri a romper relaciones diplomáticas formales y a dar un ultimátum al embajador mexicano en Lima. La declaración de persona non grata contra Sheinbaum, sin embargo, va más allá de una respuesta diplomática y se inscribe en un juego político interno donde el Congreso, dominado por sectores de derecha, busca posicionarse como defensor de la soberanía nacional. Sin embargo, esta medida no está exenta de críticas. Dentro del mismo Congreso, voces como la del socialista Jaime Quito han calificado la decisión como un “papelón internacional” que solo profundiza el aislamiento de Perú. Además, la ironía no pasa desapercibida: el mismo Congreso que acusa a Sheinbaum de interferencia ha sido criticado por su propia injerencia en el poder judicial y por su baja aprobación ciudadana, que alcanzó un histórico 91% de rechazo en marzo de 2023, según encuestas del IEP.
En última instancia, esta crisis no solo pone en jaque las relaciones entre Perú y México, sino que también expone las fragilidades de la política interna peruana. Mientras el Congreso busca consolidar su imagen como guardián de la soberanía, la ciudadanía observa con escepticismo una institución que, según Transparency International, ha sido infiltrada por grupos criminales que obstaculizan reformas para mantener su inmunidad. En este contexto, la declaración contra Sheinbaum podría ser más un intento de desviar la atención de los propios problemas del Congreso que una verdadera defensa de los intereses nacionales. Queda por ver si esta medida tendrá consecuencias a largo plazo o si, como muchas otras decisiones del Congreso peruano, quedará en el olvido, mientras los verdaderos desafíos del país permanecen sin resolver.



