¿Podría una resonancia magnética predecir el deterioro cognitivo antes de que sea evidente? La ciencia da un paso intrigante
Investigadores de Johns Hopkins desarrollan técnica que mide niveles de hierro en el cerebro para identificar deterioro cognitivo en etapas preclínicas
EU.- Un reciente avance científico ha puesto sobre la mesa una pregunta que podría cambiar cómo enfrentamos el deterioro cognitivo: ¿es posible detectarlo antes de que los primeros síntomas aparezcan? un equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins ha desarrollado una técnica prometedora basada en el mapeo cuantitativo de susceptibilidad, que mide los niveles de hierro en el cerebro mediante resonancias magnéticas. Esta innovación, sugiere que podría identificar riesgos de enfermedades como el Alzheimer incluso en etapas preclínicas, cuando aún no hay signos visibles.
El enfoque no es nuevo en su concepto: el hierro en el cerebro ha sido vinculado en estudios previos a procesos neurodegenerativos, como los que afectan la mielina, clave para la transmisión neuronal. Sin embargo, la fiabilidad de esta técnica no invasiva despierta tanto entusiasmo como cautela. Expertos como Xu Li, profesor de radiología en Johns Hopkins, subrayan que, aunque los resultados son esperanzadores, aún faltan estudios a gran escala para confirmar su precisión y utilidad clínica. La idea de prevenir o retrasar el Alzheimer —una enfermedad que afecta a millones y cuyo costo global supera los 600 mil millones de dólares al año, según la Organización Mundial de la Salud— es tentadora, pero no exenta de desafíos.
El contexto es crucial: el Alzheimer sigue siendo un misterio en parte, con factores de riesgo que van desde la genética hasta el estilo de vida, y no existe cura definitiva. Esta técnica podría ser un aliado para ensayos clínicos al identificar candidatos tempranos, pero también plantea preguntas éticas sobre el manejo de diagnósticos predictivos en personas sanas. Mientras la ciencia avanza, el público debe mantenerse atento: la promesa está ahí, pero la evidencia sólida aún está por llegar. ¿Será este el comienzo de una nueva era en la detección cerebral o un paso más en la búsqueda? Solo el tiempo, y más investigación, lo dirá.