¿Por qué los cadetes del Buque Escuela Cuauhtémoc iban colgados del mástil cuando chocaron contra el puente de Brooklyn con saldo de 2 muertos y 22 heridos?
“Mantener a los cadetes en los mástiles durante una maniobra compleja en un puerto con tráfico intenso y estructuras cercanas pudo haber sido un factor de riesgo evitable”, consideró un experto.
Nueva York.— La presencia de cadetes en los mástiles del Buque Escuela Cuauhtémoc durante la maniobra de zarpe en Nueva York responde a una tradición marinera conocida como “formación en jarcias”. Esta práctica, común en buques escuela de todo el mundo, consiste en que los cadetes se posicionen en los mástiles y velas, asegurados con arneses, para rendir honores o despedirse de un puerto. En el caso del Cuauhtémoc, los 150 cadetes a bordo, de los cuales muchos participaban en esta ceremonia, se alinearon en los tres mástiles –trinquete, mayor y mesana– como parte del protocolo de despedida del puerto de South Street Seaport, donde cientos de espectadores, incluyendo la comunidad mexicana en Nueva York, se congregaron para despedir al “Embajador y Caballero de los Mares”. Esta práctica —que en parte está diseñada como un ejercicio ornamental— es recurrente en cada nueva generación de oficiales de la Armada de México, pero “mantener a los cadetes en los mástiles durante una maniobra compleja en un puerto con tráfico intenso y estructuras cercanas pudo haber sido un factor de riesgo evitable”, consideró un experto.
Expertos en navegación explican que la formación en jarcias no solo tiene un propósito ceremonial, sino que también refuerza la disciplina, el trabajo en equipo y la destreza física de los cadetes, quienes deben trepar y maniobrar en alturas que superan los 40 metros. Sin embargo, esta práctica conlleva riesgos inherentes, especialmente en maniobras cercanas a estructuras como puentes o en condiciones de corrientes fuertes, como las del East River. El capitán retirado de la Armada de México, Jorge Ramírez, señaló en una entrevista con Milenio que “la formación en jarcias es un símbolo de orgullo naval, pero requiere una coordinación impecable entre el puente de mando y los oficiales responsables de los cadetes”. Ramírez añadió que, en retrospectiva, la decisión de mantener a los cadetes en los mástiles durante una maniobra compleja en un puerto con tráfico intenso y estructuras cercanas “pudo haber sido un factor de riesgo evitable”.
La Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) defendió la práctica, argumentando que los cadetes estaban asegurados con arneses certificados y supervisados por oficiales experimentados. No obstante, reconoció que la investigación en curso, liderada por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB) y con participación de la Semar, evaluará si la formación en jarcias contribuyó a la magnitud de la tragedia. “Cada procedimiento naval está diseñado para garantizar la seguridad, pero las circunstancias excepcionales de este accidente están bajo un análisis exhaustivo”, indicó el almirante Raymundo Pedro Morales en un comunicado posterior al incidente.
El accidente: un impacto devastador
La tarde del sábado, el Buque Escuela ARM “Cuauhtémoc” (BE-01), conocido como el “Embajador y Caballero de los Mares” de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), colisionó con el emblemático Puente de Brooklyn durante una maniobra de zarpe. El accidente, ocurrido alrededor de las 20:20 horas (hora local), dejó un saldo de dos tripulantes fallecidos, 22 lesionados –11 de ellos en estado delicado y nueve estables–, y daños estructurales severos en la embarcación, lo que ha suspendido su crucero de instrucción internacional.
El Buque Escuela Cuauhtémoc, un velero de tres mástiles con 90.5 metros de eslora y 1,800 toneladas de desplazamiento, zarpó del puerto de Acapulco el 6 de abril de 2025 para el Crucero de Instrucción “Consolidación de la Independencia de México 2025”. Con 277 tripulantes a bordo –64 mujeres, 213 hombres, incluyendo 150 cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar–, la embarcación tenía programado visitar 22 puertos en 15 países durante 254 días. Nueva York era una de sus escalas, donde atracó el 13 de mayo tras visitar Kingston (Jamaica), La Habana (Cuba) y Cozumel (México).
El incidente ocurrió cuando el buque realizaba una maniobra de zarpe desde el muelle de South Street Seaport, en Manhattan, rumbo a su próxima parada en Reikiavik, Islandia. Según la Semar, “se registró un percance con el Puente de Brooklyn que provocó daños al Buque Escuela, impidiendo por el momento la continuación del crucero de instrucción”. Los tres mástiles del velero, el más alto de 45 metros, impactaron la estructura inferior del puente, de aproximadamente 39 metros de altura, y se rompieron uno tras otro, desplomándose sobre la cubierta.
Videos difundidos en redes sociales capturaron el dramático momento. En las grabaciones, se observa a los cadetes alineados en los mástiles, algunos suspendidos por arneses, mientras el buque, ondeando una enorme bandera mexicana, se aproxima al puente. El impacto provocó que fragmentos de los mástiles cayeran, dejando a varios marinos colgando o atrapados. Testigos, como Nick Corso, residente de Brooklyn, describieron la escena como caótica: “Se oyeron muchos gritos, vimos a algunos marineros colgando de los mástiles”. Otro testigo, Kelvin Flores, relató a la BBC el pánico en la zona. A pesar de la magnitud del accidente, la Semar confirmó que “ningún elemento cayó al agua”, descartando la necesidad de operaciones de rescate acuático.
Víctimas y atención médica
La Semar reportó un saldo inicial de 22 tripulantes lesionados, de los cuales 19 reciben atención en hospitales locales, 11 en estado delicado y nueve estables. Trágicamente, dos tripulantes fallecieron debido a la gravedad de sus heridas. Según medios mexicanos, las víctimas mortales son la cadete América Yamilet Sánchez, de 21 años, originaria de Veracruz, y el marino Adal Jair Marcos, de Oaxaca, residente en Puebla.
Los bomberos de Nueva York y equipos de emergencia acudieron rápidamente al lugar, trasladando a los heridos en camillas mientras los espectadores, que momentos antes despedían al buque con aplausos y música de mariachi, reaccionaban con gritos y llanto. Videos muestran a paramédicos administrando oxígeno y realizando reanimación cardiopulmonar (RCP) a los afectados. La Semar destacó que se mantienen “coordinaciones en materia de bienestar social para mantener informadas a las familias” de las víctimas y garantizar la atención de los heridos.
Reacciones oficiales y apoyo internacional
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su pesar a través de su cuenta en X: “Sentimos mucho el fallecimiento de dos miembros de la tripulación del Buque Escuela Cuauhtémoc, quienes perdieron la vida en el lamentable accidente en el puerto de Nueva York. Nuestra solidaridad y apoyo a las familias”. Sheinbaum, entrevistada en Los Cabos, Baja California Sur, lamentó que el incidente sea utilizado políticamente y afirmó que los heridos evolucionan favorablemente, mientras la Semar y autoridades estadounidenses investigan las causas.
El secretario de Marina, almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, también se pronunció: “Lamento profundamente lo ocurrido durante la maniobra del Buque Escuela Cuauhtémoc. Mi compromiso con el bienestar del personal naval y sus familias es absoluto”. Aseguró que se activaron protocolos de atención médica y apoyo institucional desde el primer momento, y prometió una investigación “con prontitud, total transparencia y responsabilidad”. Morales confirmó que algunos heridos ya han sido dados de alta y que se garantizará la continuidad académica de los cadetes.
El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, presente en el evento festivo a bordo del buque antes del accidente, subrayó que “la prioridad del Gobierno de México es el apoyo a los marinos heridos, que se ha estado prestando a través del Consulado mexicano en Nueva York”. Añadió: “El Buque Escuela Cuauhtémoc es un símbolo de México en el mundo. Hoy lo respaldamos con respeto, con solidaridad y con firmeza”. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que Moctezuma, junto al embajador Ronald Johnson y funcionarios del Consulado General de México en Nueva York, están atendiendo la situación en coordinación con autoridades locales.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, confirmó que el puente, de 142 años de antigüedad, no sufrió daños estructurales significativos tras una inspección inicial, y el tráfico, suspendido temporalmente, fue restablecido tras 40 minutos. Adams señaló una posible causa: “Un problema eléctrico que causó la pérdida de potencia, dejando al buque a merced de la corriente”. Agradeció a los primeros respondedores y expresó condolencias: “Estamos orando por todos a bordo y sus familias”.
El embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, se unió a las condolencias: “Nuestras oraciones y pensamientos están con quienes se vieron afectados por el incidente del Buque Escuela Cuauhtémoc en el Puente de Brooklyn. Estamos en contacto con el Gobierno de México para brindar el apoyo necesario”.
Contexto del Buque Cuauhtémoc
El Cuauhtémoc, construido en 1981 en los Astilleros Celaya de Bilbao, España, y entregado a México en 1982, es un símbolo de la Armada mexicana. Con 23 velas y más de 2,368 metros cuadrados de velamen, ha recorrido 829,000 millas náuticas, visitando 217 puertos en 63 países, equivalente a 38 vueltas al mundo. Su misión es formar cadetes en tradiciones marineras, exaltar el espíritu naval y llevar un mensaje de paz y buena voluntad. En 2011, incorporó mujeres a su tripulación, marcando un hito en la equidad de género en la Armada.
El buque, que ha recibido reconocimientos como la Tetera Boston, es considerado un embajador cultural. Durante su estancia en Nueva York, del 13 al 17 de mayo, fue escenario de eventos diplomáticos, incluyendo una recepción el 16 de mayo con autoridades mexicanas y estadounidenses. La despedida, amenizada por el mariachi Huella Mexicana con canciones como *México, lindo y querido* y *Las Golondrinas*, atrajo a cientos de curiosos al muelle de Pier 17.
Investigación y consecuencias
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB) anunció el lanzamiento de un equipo de investigación para determinar las causas del accidente, con un informe preliminar esperado en semanas, aunque el proceso completo podría tomar meses. Las hipótesis iniciales apuntan a una falla eléctrica o mecánica que habría causado la pérdida de potencia, dejando al buque a merced de la corriente del East River. Un testigo en Pier 17 sugirió un posible fallo en el remolque que asistía al buque durante la maniobra.
El accidente ha levantado cuestionamientos sobre los protocolos de seguridad marítima en el puerto de Nueva York, especialmente para embarcaciones de gran altura como el Cuauhtémoc. La Guardia Costera de Estados Unidos estableció una zona de seguridad de 45 metros alrededor del buque, que permanece atracado entre los puentes de Manhattan y Williamsburg, custodiado por patrullas marítimas.
La colisión ocurre 16 meses después de otro incidente marítimo significativo en Estados Unidos: el choque del carguero Dali contra el Puente Francis Scott Key en Baltimore, el 26 de marzo de 2024, lo que ha intensificado el escrutinio sobre la seguridad en puertos estadounidenses.
Reacciones y solidaridad
En redes sociales, usuarios compartieron imágenes y videos del accidente, reflejando conmoción e incredulidad. Algunos, como @AccionCivilMX, calificaron el incidente como “trágico e inexplicable”, mientras @Geopolitik_2030 destacó las imágenes de marinos colgando de los mástiles.
Actualizaciones y próximos pasos
Hasta el 18 de mayo, algunos heridos han comenzado a ser dados de alta, según fuentes cercanas al operativo. La Semar mantiene comunicación con las familias y trabaja con la SRE, el Consulado en Nueva York y autoridades locales para garantizar el bienestar de la tripulación. El buque, severamente dañado, no podrá continuar su travesía, y los cadetes serán apoyados para completar su formación académica.
La investigación conjunta entre México y Estados Unidos será clave para esclarecer las causas y prevenir futuros incidentes. Mientras tanto, el Cuauhtémoc, símbolo de orgullo mexicano, permanece inmóvil en el East River, rodeado de patrullas y bajo la mirada de una ciudad que aún procesa la tragedia.