PRI denuncia ante FBI y DEA a Adán Augusto López por presuntos vínculos con crimen organizado
El partido presentó una acusación formal contra el senador de Morena, señalando actividades ilícitas como huachicol y lavado de dinero con impacto transfronterizo
Washington/ CDMX.- Washington y Ciudad de México están en el ojo del huracán tras la denuncia presentada por el PRI ante el FBI y la DEA contra Adán Augusto López Hernández, actual coordinador de los senadores de Morena y exgobernador de Tabasco. El documento, filtrado este martes 23 de septiembre, apunta a graves acusaciones: el senador estaría implicado en un esquema de robo de crudo, contrabando y lavado de dinero con impacto transfronterizo, vinculando a funcionarios mexicanos con el crimen organizado.
El texto, dirigido a agencias como el Departamento de Justicia y el Tesoro de EE.UU., sugiere que López podría haber orquestado un plan para extraer petróleo ilegalmente en México, procesarlo en territorio estadounidense y reintroducirlo al mercado mexicano, violando leyes federales de ambos países. La mención de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco bajo su gubernatura y señalado por nexos con el cártel La Barredora, aviva las sospechas. Las filtraciones de los Guacamaya Leaks, que datan de 2019, ya habían puesto en la mira a Bermúdez, y ahora el dedo acusador apunta a López.
El trasfondo político es inevitable. Esta movida del PRI, un partido históricamente acusado de pactos con el narco, levanta cejas: ¿es una estrategia legítima o un ajuste de cuentas? La falta de acción concreta de las autoridades mexicanas, como la FGR, ha empujado a la oposición a buscar justicia en EE.UU., donde temas como el narcotráfico y la migración son sensibles. Sin embargo, la viabilidad de la denuncia depende de pruebas sólidas que demuestren el cruce de recursos ilícitos a la frontera, un umbral que el FBI y la DEA exigen.
La presidenta Claudia Sheinbaum, aliada de López, guarda silencio oficial, mientras el caso pone a prueba su promesa de transparencia. ¿Estamos ante un escándalo que podría derrumbar a un peso pesado de Morena o solo ante otro capítulo de la guerra sucia política? Por ahora, las respuestas están en el aire, pero el eco de esta acusación resuena más allá de las fronteras.


