"Quiero mi dinero": El SAT bajo presión por protestas de trabajadores en CDMX
Protesta en Viaducto dejó sin servicio a usuarios mientras empleados exigen mejoras laborales
CDMX.- Este martes 14 de octubre, las oficinas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en Viaducto, casi esquina con Eje 3 en la Ciudad de México, amanecieron cerradas. No fue un fallo técnico ni una medida administrativa: trabajadores del organismo, hartos de promesas incumplidas, bloquearon las entradas con pancartas que gritan verdades incómodas. “¡Quiero mi dinero!”, reza un cartel verde sostenido por una empleada, mientras otro denuncia: “La recaudación del SAT es histórica y nuestros sueldos miserables”. La escena, refleja un malestar que va más allá de un simple reclamo salarial.
El detonante es claro: los trabajadores exigen el pago de un retroactivo pendiente y un aumento digno, argumentando jornadas de 12 horas con personal insuficiente. Pero el trasfondo es más complejo. Mientras el SAT presume récords de recaudación —unos 4.3 billones de pesos en 2024, según datos oficiales—, los empleados denuncian condiciones laborales precarias y amenazas de despido si persisten en su protesta. La presidenta Claudia Sheinbaum, en su conferencia matutina, minimizó el conflicto, asegurando que “no son muchos” los involucrados, pero el eco de las pancartas sugiere un descontento que podría escalar.
No es la primera vez que el SAT enfrenta críticas internas. En años recientes, empleados han señalado desigualdades entre personal sindicalizado y de confianza, además de falta de apoyo a mujeres embarazadas o en lactancia, un punto que el paro nacional con “brazos caídos” busca visibilizar. La ironía salta a la vista: el organismo que exige puntualidad en los impuestos parece tropezar con sus propias deudas laborales. ¿Será este un grito aislado o el inicio de una presión mayor? Por ahora, las puertas cerradas del SAT en Viaducto son un símbolo de una brecha que el gobierno no puede ignorar.


