¡Regalan a lo grande! Miles de libros de AMLO inundan el Senado y nadie quiere decir quién puso el dinero
Este lunes se repartieron cientos de copias de Grandeza Mexicana en el Senado; algunos legisladores reportan hasta 260 tomos por oficina sin aclarar el origen del pago
CDMX.- En el corazón del Senado mexicano, donde las discusiones suelen girar en torno a leyes y presupuestos, hoy el tema es un tomo de 500 páginas: Grandeza, el último ensayo del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Lanzado hace apenas días en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), donde se agotó en horas y desplazó a bestsellers como los de Yuval Noah Harari, el libro narra la “transformación” de México bajo su mandato. Pero lo que empezó como un éxito editorial se ha convertido en un escándalo político: miles de ejemplares han inundado las oficinas de los senadores morenistas, repartidos como “regalos navideños” por orden de Adán Augusto López, excoordinador de la campaña de Claudia Sheinbaum.
El detonante: ¿quién pagó por ellos? El senador chiapaneco Manuel Huerta, del PT (aliado de Morena), recibió 260 copias en su oficina este lunes y lo niega todo. “No pagué ni un peso; llegaron sin más”, dice en un video grabado por Leticia Robles, mientras se ríe nervioso ante el micrófono rojo de la prensa. En contraste, Eugenio “Gino” Segura, de Morena por Quintana Roo, admite haber desembolsado 600 pesos por cada uno de los 200 que le tocaron —un total de 120 mil pesos, según su cálculo—. “Yo sí pagué, con cargo a mi cuenta personal”, asegura, ajustándose la corbata en otro clip que circula en redes.
La discrepancia huele a improvisación. Reportes indican que Morena adquirió al menos 15 mil ejemplares —a unos 400 pesos cada uno en librerías, según vendedores de la FIL—, inyectando cerca de 6 millones de pesos en una distribución masiva que beneficia directamente al legado de AMLO. Críticos como el PAN ya claman por auditorías: ¿fondos del partido, del erario o donativos opacos? En un país donde la austeridad es el mantra de la 4T, este reparto evoca los viejos vicios del clientelismo, disfrazado de obsequio festivo. Sheinbaum, que prometió continuidad sin excesos, enfrenta aquí su primera prueba de independencia: ¿apoyará esta ofensiva cultural o la frenará para evitar que el fantasma de AMLO eclipse su gobierno?
Por ahora, los senadores se escudan en ambigüedades, pero el episodio revela la fractura interna de Morena: lealtad ciega versus pragmatismo. Si Grandeza buscaba inmortalizar una era, termina exponiendo sus grietas.



